En estas reglas, la acción de cargar la suerte es la piedra angular de la técnica del toreo. Cualquier toreo que se ejercite suprimiendo la cargazón de la suerte no es toreo. Durante toda la historia de la tauromaquia han surgido numerosos espadas pretendidamente revolucionarios, que modificaban, descomponían o suprimían las reglas del arte de torear y ninguno de ellos produjo revolución alguna, precisamente porque el edicficio de sus invenciones prescindía de cargar la suerte. Es decir, que eliminaba su cimentación. Y, naturalmente, ese edificio se desmoronaba. Las innovaciones de los toreros pretendidamente revolucionarios se quedaban en modas y , por tanto, fueron pasajeras.
Joaquín Vidal , "El Toreo es Grandeza"
Foto: javier Arroyo (el torero es José Luis Moreno)
Nota: post dedicado a Emilio Trigo , corresponsal en Sevilla del programa Clarín de RNE
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