lunes, abril 23, 2012

La aportación de Martín a la Tauroguía de Madrid


Taberna de Antonio Sánchez
C/ Mesón de Paredes, 13 – 28012 Madrid
Tfno.: +34 915 397 826

Cuenta la tradición que esta taberna de la calle Mesón de Paredes 13 ha estado regentada ininterrumpidamente, desde su apertura en 1830, por gente relacionada con el mundo taurino. No es exactamente así, pues desconocemos quién fue su fundador real, y hubo lapsos de tiempo en que sus propietarios fueron comerciantes de vino. Sin embargo sabemos que hacia 1870 un torero apodado "Colita" (seguramente de aquella famosa dinastía de picadores, apellidados Uceta) era propietario de la taberna, y que de "Colita" el negocio pasó a manos del matador José Sánchez del Campo, "Cara-Ancha", quien a su vez lo transmitió en 1884 a Antonio Sánchez Ruiz y otros familiares, comerciantes de vino de Valdepeñas.
En ese edificio de la calle Mesón de Paredes nació, el 10 de junio de 1897, Antonio Sánchez Ugarte, quien con los años llegaría a ser matador de toros, propietario por herencia de la taberna que acabaría llevando su nombre, y pintor. Al fallecer el torero en 1964, regenta el establecimiento su hermana Lola y en 1979, cuando el encargado Tasio se jubila, se cierra el local. Juan Manuel Priego reabre el negocio en 1982 y Francisco Cíes "Niño del Matadero" se encarga desde entonces de la gerencia.
Aquí se han celebrado innumerables tertulias taurinas, y la taberna aún sigue siendo punto de encuentro de aficionados y profesionales. El pintor Ignacio Zuloaga mantuvo en este lugar una de sus reuniones semanales, a la que asistía el escritor y crítico taurino AntonioDíaz-Cañabate, quien retrató el ambiente en su obra "Historia de una taberna"
Aparte de los elementos clásicos de las tascas de la época que se conservan, como el fabuloso mostrador de estaño y madera que por sí solo aconseja la visita, la taberna de Antonio Sánchez es un auténtico museo taurino que atesora todo tipo de valiosos recuerdos, entre los que destacan las tremendas cabezas de dos toros estoqueados a principios del siglo XX, carteles antiguos, retratos y curiosas fotografías.
De entre todos los productos culinarios que aquí se elaboran, es obligado mencionar esas famosas torrijas que, según se cuenta, en tiempos se enviaban diariamente a Palacio para el desayuno de la familia de Alfonso XIII. Asimismo son muy celebrados sus caracoles guisados, el rabo de toro, la tortilla de San Isidro, los huevos estrellados, los callos, los chipirones o el bacalao guisado con huevos. El vino, como corresponde a una taberna con solera, magnífico.
Martín Ruiz Gárate

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