domingo, julio 05, 2020

D. Sergio Centelles Badal por J. Porcar

Debido a la maldita pandemia que está azotando el mundo, para el bien de todos, nos fue prohibida nuestra libre circulación, por lo que hemos estado confinados en nuestros domicilios, al ir pasando el tiempo, he ir mejorando, hemos pasado las distintas fases que nos han permitido movernos , por lo que cuando hemos podido viajar libremente por la provincia, he sentido la necesidad, después de muchos días confinado, “de campear”, por eso me puse en contacto con el ganadero, que con este reportaje les presento, Sergio Centelles Badal, el cual, muy amablemente no puso impedimento, a la petición de hacerle un reportaje para enseñarles a todos ustedes la ganadería y de paso, saber de las inquietudes de un ganadero, en unos tiempos tan duros y difíciles.


Para poder realizar el reportaje nos desplazamos a las dos fincas, en que se divide la ganadería, en la actualidad los machos están en la finca de Cati cuyo nombre es “El Corral del Esquerrer” y la otra en donde pastan las vacas y sementales en Ares del Maestre y el nombre es “La Massa” las dos en la provincia de Castellón. Los antecedentes taurinos de Sergio se remontan al 1960, que es cuando su abuelo materno Francisco Badal, empieza a comprar animales bravos, principalmente en la zona de Andalucía y una vez comprados los traía a la finca de Ares del Maestre, a principios de temporada, para ir vendiéndolos a los distintos pueblos, para la celebración de sus distintas fiestas, de esta forma cuando se terminaba la temporada allá por el mes de octubre no quedaba un solo animal bravo en “La Massa”, pasando unos inviernos desahogados, en un principio su abuelo tuvo un socio, pero a los pocos años de aquella sociedad, esta se deshizo, quedándose en solitario, continuando con la reventa de ganado bravo, con el paso de los años, su abuelo fue haciendo un buen mercado, y con el tiempo, el relevo generacional fue llegando, cogiendo el testigo los padres de nuestro anfitrión, decidieron dar un cambio ganadero, tras coger ellos la batuta ganadera, para eso el mismo año que nació Sergio, en 1988, compraron un hierro de la Asociación a los “Hermanos Ramos Alonso”, poniéndolo a nombre de nuestro protagonista, comprado el hierro, adquirieron un lote de vacas y un semental a la ganadería de Marcos Núñez, comenzando así una nueva etapa, pasando de no tener animales en el invierno a tener que atender el ganado todo el año, tras la primera compra, al poco tiempo añadieron a la vacada un lote de vacas de Baltasar Iban, estando con esta procedencia hasta el 2008, año en el que adquieren vacas a las ganaderías de Jiménez Pascuau, Los Rónceles, y al maestro Joselito de sus dos ganadería El Tajo y La Reina, por lo que en la actualidad la vacada está compuesta de un 70% de sangre Domecq y un 30% Núñez, con esta última adquisición y con la fortuna de haber podido seleccionar nuevos sementales y vacas, que han ligado, la vacada goza de más trasmisión, entregándose desde el principio de la lidia, pues es sabido que el encaste Núñez es frio en sus salidas. 


Como habrán podido leer, son dos las fincas en la que pasta el ganado, la de “La Massa” es la primera finca en que empezaron, esta finca es muy bonita y con unos buenos pastos, teniendo el inconveniente de la climatología, los inviernos son muy duros y es raro el año que no nieva un par de veces en abundancia, debido a su altitud, complicando mucho el poder atender el ganado en los meses de invierno, por lo que hace unos años decidieron comprar una finca, la cual esta, no muy lejos de la otra y posee un clima más benévolo, al no tener tanta altitud, esta es la de “El Corral del Esquerrer”, esta finca es muy funcional y en esta pasa el ganado todo el invierno, aparte de tener todos los machos todo el año en ella, teniendo muy fácil acceso. La vacada está compuesta por 70 vacas y 2 sementales con sus descendientes, aparte de toros traídos desde diferentes ganaderías, contando con ejemplares de las ganaderías de Torrealta, Yerbabuena, El Torero, Gerardo Ortega, Isaías y Tulio Vázquez y Guadaira, para reforzar y abastecer el mercado que tienen, en total serán unos 300 animales los que en la actualidad se reparten entre las dos fincas. Sergio es un ganadero, con la cabeza muy bien amoblada y cuando eligió el dejar los estudios y dedicarse en cuerpo y alma a ser ganadero, lo primero que tuvo claro es que la ganadería debería de ser rentable, para poder subsistir, por lo que tras a ver lidiado alguna novillada sin caballos y comprobar de primera mano el bajo precio con el que pagan las novilladas y ver que este mercado está muy monopolizado, decidió que hasta que no pudiese vender los novillos al precio que él considera oportuno, para que la ganadería sea rentable, sus animales los venderá en los denominados festejos populares, mercado en el cual se maneja como pez en el agua, independientemente, de no renuncia, a vender una novillada, siempre y cuando el precio de las reses sea digno, las diferentes tientas que lleva a cabo para ir seleccionando las hembras y machos, que se quedan como reproductores, son realizadas en la placita de tientas que tienen en “La Massa”, en estas tientas aprueba las reses, que la mayoría de los ganaderos buscan, animales que sean bravos, que tengan trasmisión, que humillen, que tengan nobleza sin ser tontos, siendo muy exigente en el caballos en donde tiene que ir 4 o 5 veces por derecho sin rehuir el castigo y siempre yendo a más, la verdad es que lo está consiguiendo ya que la vacada está en un momento fenomenal. 



En nuestra visita, también hablamos sobre la repercusión que está teniendo la pandemia sobre la Tauromaquia, siendo muy pesimista ya que aparte de la maldita pandemia se une una crisis económica. Él, lo primero que se planteo fue la reorganización de la vacada, llevando una serie de toros al matadero que consideraba que no los podría defender económicamente en un futuro, quedándose solo con cuatreños y con toros “limpios”, aparte envió unas pocas vacas al matadero y alguna la vendió para vida, de esta manera reducir costes y así intentar poder aguantar el tirón. Otro de los hechos que se quejó muy amargamente, fue la nula ayuda que les está prestando la administración, aparte de no concederles ninguna subvención o ayuda económica, el sector taurino, no está siendo tratado de igual forma que otros sectores a los cuales sí que les están dejando trabajar, con unas normas no tan duras como las que les están imponiendo, siendo casi imposible el poder realizar algún festejo, sintiéndose maltratados económica y psicológicamente.



Aparte de todo esto también está percibiendo, que algunos aficionados se están acomodando, es decir que no le dan la importancia a lo que realmente está ocurriendo, pues está en peligro el mundo de la Tauromaquia, con todo lo que ello conlleva, pues aparte de lo que es una forma económica de vida, esta forma parte de nuestras raíces he historia y no se debería de perder nunca. Rematando lo que fue la visita quise darle ánimos, esperando que esta maldita pandemia pase lo más rápido posible para que volvámonos a la normalidad y que si este reportaje le puede abrir los ojos a alguien me sentiré satisfecho, y como despedida queriendo añadir unas palabras que Sergio dijo, que resumen todo lo dicho con anterioridad, por eso lo escribiré como salieron de su boca “Me gustaría que a mis hijos no les impusiesen el no ser ganaderos y que ellos decidiesen el ser ganaderos o no libremente”.