martes, mayo 22, 2012

Sobre la tarde de ayer (Gloria)


UNA CONCURSO SIN SABERLO
Ayer saltaron al ruedo de Las Ventas 9 toros 9 de cinco ganaderías diferentes: Antonio Bañuelos, Couto de Fornilhos, Aurelio Hernando, Carmen Segovia y Domínguez Camacho. Para más regodeo, pertenecían a tres encastes diferentes y a cual más feo. La próxima vez, Taurodelta podría avisar que organiza una concurso y venimos con el cuerpo preparado para pasmarnos con el circo de los horrores. Y digo corrida concurso porque incluso asistimos al mejor tercio de varas de San Isidro junto al de José Ney Zambrano. Esta vez corrió a cargo del mexicano Nacho Meléndez, que actuaba a las órdenes de Zotoluco. El manso de Bañuelos no quería ver el caballo ni en pintura, pero un impertérrito Meléndez –que se pegó un buen cabezazo contra el estribo- lo fue provocando hasta conseguir que se arrancara en tres ocasiones. ¡Qué emocionante resulta un tercio de varas bien hecho aunque sea con un manso!
El único torero que cató los Bañuelos burgaleses fue precisamente Zotoluco, que anduvo desconfiado y sin acople toda la tarde. Diego Urdiales, en cambio, pechó por sorpresa con dos caballos: uno de Aurelio Hernández y otro de Couto de Fornilhos. Manda narices –por no decir otra cosa- que un torero que anda luchando a sangre y fuego por entrar en las grandes ferias, llegue a Madrid y se encuentre con semejantes jamelgos con cuernos. Con el de procedencia Veragua, Urdiales estuvo firme y derrochando oficio, pero cierto sector de la plaza, frío y harto de la grotesca situación, no valoró el esfuerzo.
Entretanto, Morenito de Aranda se conformó con entornar la Puerta Grande. Sorteó en primer lugar un sobrero de Carmen Segovia que embestía de carretón. El burgalés tardó en cogerle el aire, pero cuando se asentó dejó buenas series por ambas manos, templadas, elegantes y con la muleta baja. Lo mató de una estocada algo atravesada y le cortó una oreja entre el entusiasmo del respetable que, al fin, había visto algo en hora y media de festejo. El sexto, de Domínguez Camacho, fue protestado antes de asomar los belfos por chiqueros sólo por el peso que marcaba la tablilla (487 kilos). Esta plaza ha perdido el norte y prefiere los kilos a la casta o, en este caso, el nervio que exhibió el sobrero tris. Ante él, Morenito se amilanó, guardó la moneda en el bolsillo en vez de echarla al aire y perdió la oportunidad de cortar otra oreja que le hubiera permitido salir a hombros. El torero de Aranda, que para mi gusto es uno de los mejores capoteros del escalafón, siempre deja las tardes a medias, como en un borrador de faenas imperfectas. Decepción.
Quien sigue saliendo al ruedo como si fuera la última vez es el veterano de guerra Luis Carlos Aranda. Varias corridas de esta feria las están salvando los llamados “subalternos”, que toman el papel protagonista y dejan a sus matadores de secundarios. Debe de ser otra de las características de esta feria del Arte y la Cultura que cada día entiendo menos. Tres horas duró la corrida concurso improvisada por Taurodelta. Sólo faltó lidiar a Arrabal.
Gloria Sánchez-Grande

3 comentarios:

  1. Impecable crónica. No haré más reguntas, Señoría...

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  2. Gloria Sánchez Grande, impecable crónica de la corrida concurso de ayer de Las Ventas. Totalmente de acuerdo con la misma. No se pueden decir más verdades juntas. Saludos.

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  3. Mariano Cifuentes :
    Excelente crónica de la corrida de ayer en Las Ventas. No se pueden decir más verdades juntas.Saludos.

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