PITOS
Y BRONCA CON VENTORRILLOS EXPRESS
El
15 de mayo es día de tradiciones
en Madrid: mantoncito de Manila, parpusa, safo y mañosa, chotis,
organillo, rosquillas, verbena y toros.
“Me
maqueao y me calzao la safó
y la parpusa
pa ir to guapo de verbena con la Mary, que m'antrao por los clisos.
¡Mismo
si se me da bien nos arreamos dos achuchones de los de fetén
chachipén!”
En
Las Ventas, como buenos castizos, también le dieron con garbo al
manubrio y, en vez de un chotis,
sonaron pitos y bronca. Antes era muy habitual leer este resultado al
final de las reseñas: Fulanito, pitos y bronca. En las de ahora, en
cambio, dicen que Zutanito “le echó voluntad” o que “no pudo
brillar”. Con estas perversidades lingüísticas, no es de extrañar
que el público esté amuermado. Las peloteras claras y el chocolate
espeso, oiga, que estamos en Madriz. ¡Hacen falta más broncas! Qué
lagartos no echaría la Mary por la boca si su chulapo la saca de la
verbena para llevarla a los toros el día de San Isidro y presencia
la “espantá” de Aparicio. Lo hubiera puesto a caldo y de vuelta
y media. Hasta una cacerola le habría caído en la cabeza cuando, en
un muy mal gesto, se desentendió del sexto toro dejando con la
espalda descubierta a la cuadrilla de Eduardo Gallo. Eso es
inadmisible en un torero que, para más inri, ejercía de director de
lidia. También dio orden a sus picadores de partir por la mitad al
cuarto toro, que llegó medio muerto a la muleta. Por ello, ración
generosa y merecida de pitos, bronca y lluvia de almohadillas para
Aparicio. ¿No quería caldo? Pues toma dos tazas de parte de la Mary
y el respetable. ¡Menudo papelón le espera a Aparicio el día 29
cuando regrese a Las Ventas!
Quien
no vuelve –para
nuestro pesar- es Gallo, que ayer quemó su única comparecencia en
San Isidro merced a la baja de Ángel Teruel. El salmantino derrochó
valor seco ante dos marrajos del Ventorrillo que se revolvían y
llevaban la cara a la altura del mástil de la bandera. Gallo se los
llevó a los medios y aguantó el tipo con firmeza, que no era fácil
ni poca cosa. Muy bien estuvo también su picador, Ney Zambrano, que
llamó con alegría al tercero, un “Cervato” que, ni por asomo,
se pareció al lidiado por Talavante el San Isidro pasado.
Completaba
cartel Curro Díaz que sorteó un lote infumable atrincherado en
tablas a las primeras de cambio. Los seis del Ventorillo –al menos
los cuatro lidiados, porque los de Aparicio no los vimos- sólo
fueron fachada. Infumable la corrida de Fidel San Román que ni
siquiera duró dos horas. Ventorillos Express para darle al manubrio
del pataleo.
Gloria
Sánchez-Grande
Una buena tarde tampoco debiera durar mas de dos horas, por muy de moda y prestigiados que esten los avisos, generalmente de presidentes tardos, por el figurismo reinante y los aspirantes a figura
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Domingo. Los avisos son una plaga. Antes, si a un torero le sonaba un aviso (¡uno solo!) era una vergüenza.
ResponderEliminarDe acuerdo con la crónica. Soy de Salamanca y siempre he confiado en Eduardo Gallo y también reconozco que ha estado como "dormido" muchas veces. Espero que estos toques de atención le sirvan; sería una pena perder a este torero que tiene valor, temple y empaque y que ayer intentó torear dos toros malísimos como si fueran buenos. Un saludo
ResponderEliminarSeñora Gloria, hoy esta usted blandita, no sera que ya esta harta de tanto tostón?
ResponderEliminarDe leña, que usted sabe como hacerlo, siempre que la situación lo requiera, como ayer, menos filosofia y mas al grano.
El Capitan de Navio
La corrida de "El Ventorrillo" fue una autentica moruchada. Lo de Aparicio no es que estuviera mal, ni muy mal es que ni estuvo. Vergonzosa su actitud cuando el derribo al picador suyo y la no colocación en el tercio de banderillas de Gallo. No sé, lo mejor sería que no apareciera la próxima corrida.
ResponderEliminarCarmelo Enguid Luna
Gallo se encontró con un toro encastado y bravo con dificultades, y no supo someterlo, domeñarlo ni torearlo. Aguantó tarascadas porque no se puso en el sitio ni en la distancia que requería el toro que le ganó la partida con claridad.
ResponderEliminarFue sin duda el único toro de la tarde de ayer que pidió el carné de torear (quizá el primero de la tarde también necesitaba un torero valiente y con oficio) y descubrió a Gallo al que dejó clasificado como pegapases. Ya se percibió esta situación en su anterior comparecencia en Madrid aunque los medios le excusaron igual que hoy.
Totalmente de acuerdo con Jandro, no templo nunca, no mando, le engancho la muleta en innumerables ocasiones y le desarmo una vez, aparte mato de estocada tendida.
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