Vergüenza torera (Irene Alférez)

Vergüenza torera

Ayer me lanzaron un guante en La Tienta y como el orgullo torero existe, pues nos arrancamos. Y además dedico este debut bloguero a mi madre, Florita que con ese nombre tan taurino y esa casta bien le podíamos haber impuesto la Cruz del 2 de mayo junto a su tocayo.

Las broncas son parte de la fiesta. Incluso un gran maestro dice que hay que salir de la plaza por la Puerta Grande o abroncao pero no indiferente. Además ayer vi como desahogó el público venteño con sendas broncas a Aparicio. El sol y la sombra. Vino muy bien para liberar tanto estrés, tanta indignación, tanto mal rollo que vive nuestra sociedad actual. Incluso los chinos protestan en los toros ya y con que fervor!

Mal por tirar almohadillas al ruedo. Hay que protestar con elegancia, señores que estamos en Las Ventas. La primera plaza del mundo y se tiene que notar en todo, hasta en las broncas. Es muy sencillo: si te gusta aplaudes, puedes pedir una oreja o incluso dos, el rabo o la pata!! Y si no te gusta pitas, silbas, gritas y desahogas, bailas la jota, lo que quieras pero tirar una almohadilla significa que puedes agredir físicamente a una persona y por muy mal que haya estado, no esta justificado. Todo el que se viste de luces se juega la vida y merece un respeto.

No pasa nada porque te peguen una buena bronca o dos, como fue el caso. A quien no le han dado ese azote a tiempo de niño que viene tan bien y ahora se estila tan poco. Así están algunos niños, que parecen los toros del Ventorillo. Que se pronuncien Curro y Paula, asiduos a las broncas pero también a dar la vuelta a la plaza con tres verónicas y una media!!! Eso es el toreo.

Otra cosa es la actitud, cuando los toros no te permiten torear, como fue el caso de ayer siempre queda la actitud del torero en la plaza, la vergüenza torera y ayer Aparicio tuvo muy poca. Cierto es que cada toro tiene su lidia y lo de ayer era inlidiable, por ello los tres toreros tuvieron mucho mérito en estar delante. Pero un director de lidia no puede estar a su aire por la plaza como quien va al rastro un domingo. Hay un tercio de banderillas y el tiene una labor. Eso no me gustó.

Actitud es lo que demostró Eduardo Gallo en toda la tarde, un ole por el salmantino y ese gran puyazo de su picador. Actitud fue la de los tres novilleros del día anterior. Con una  novillada remendada, encastada, difícil y por si faltaba algo con vendaval…ojala hubieran salido los tres a hombros pero no pudo ser. Pero los tres se jugaron la vida.

Ya escribí que en las novilladas reconozco que soy benevolente porque recuerdo mis orígenes laborales y se lo que cuesta hacerse un sitio, por eso, las novilladas deberían embestir por definición, imposición o llámelo usted X. No es lo mismo un novillero con picadores que un matador de toros con los años de alternativa de Julio Aparicio, no es lo mismo.

Ayer San Isidro Labrador, quitó el agua y puso el sol pero no echo ni un capote, una pena porque el cartel era muy atractivo. Y si los toros hubieran embestido podríamos haber disfrutado de una gran tarde.

Irene Alférez