A a vista de esta reflexión de Víctor, vuelvo a sacar el tema de la exigencia, al menos en Las Ventas, de un mínimo de tres entradas al caballo ¿Qué os parece? (abro la encuesta en lado superior derecha de este blog)Ver galopar a un toro en el tercer puyazo y ver a un picador tirarle la vara, emociona ¿Y por qué emociona? Porque demuestra que la fiesta está viva.El fin de semana en Vic Fezensac me ha hecho reflexionar sobre este asunto. ¡Lo que nos estamos perdiendo en España por obviarla tarde tras tarde! En la corrida concurso conté más de 20. Y el tercer envite, espectacular. Ver galopar al de Moreno Silva hacia el jaco, la alegría en la arrancada del toro de Guardiola (Fidel San Román), ese meter lo riñones de aquel Flor de Jara en la matinal ¡ bendita seas!
Foto: Terres Taurines
Yo he votado que sí, pero realmente no tiene mucho sentido cuando a las mayoría de ganaderías sus toros no le aguntan ni 2 y de forma simulada...Esto realmente lo tendríamos si el público en general (la afición ya lo hace)le reclamara a los toreros que dejen ver el toro y sino tenerlo en cuneta y restarle en su computo global. Salu2
ResponderEliminarPues yo voto que sí en Las Ventas y en otras plazas también. En Logroño en los años 80 (no hace tanto) se daban 3 puyazos hasta que nos quedamos solos en la exigencia y se cambió el reglamento. Y se medía el castigo, se apreciaba si un toro era realmente bravo, como explicaba el maestro Joaquín Vidal y veíamos QUITES de los 3 espadas y a veces hasta había competencia. Además de exigir más casta y fuerza en el toro, que reduzcan el peso de caballo y peto, que hagan bien la suerte y muchos toros aguantarían el castigo y mostrarían su condición de bravo o manso.
ResponderEliminarMulillero.
Con el caballo y la puya actual, tres puyazos al toro que sale hoy en día es casi una utopía. El caballo no podemos cambiarlo, pues lógicamente los picadores ni nadie con un mínimo de sensatez va a querer aumentar el riesgo en esta suerte. Pero si que sería recomendable cambiar la puya, pues si no se lesiona demasiado al toro, se le da opción de recuperarse y que tenga un buen juego en la muleta. Por el contrario si le damos tres puyazos en toda regla,con la puya actual, a un toro que se emplea, ya sabemos lo que viene detrás, nos quedamos sin toro.
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