miércoles, mayo 16, 2012

Agustín Colomar, presidente de la Unión Taurina de Abonados de Valencia, escribe sus impresiones sobre los últimos festejos en su ciudad


SIN RELEVO


A la crisis económica que padecemos, hay que sumar la taurina. Los aficionados no tenemos ni un solo motivo para ilusionarnos. Y encima nadie nos ayuda. Miren, la corrida de Victorino no fue demasiado allá para lo que esperábamos, pero además el “Usia” mantuvo en el ruedo al primero de la tarde, un inválido, -fraude total al espectador- aunque el toro se movió a duras penas, todos sabíamos que ese toro no estaba para permanecer en el ruedo, por lo tanto se nos estaba engañando: para denunciar por fraude. El segundo de Victorino, nunca debió salir al ruedo, otra vez el “Usia”. Consiguió ahora rebajar el nivel de la categoría de la Plaza. Porque legalmente si tenía la edad y el peso era el que anunciaron (¿) 465 kilos era legal pero desprestigia a una Plaza de primera por el poco trapío que tenía.
Los matadores no ilusionaron tampoco, así que, entre ganadería, matadores y autoridad nuestra ilusión se desvanece y no puede ser.
La novillada bien presentada tampoco fue brava, aunque manejable (vaya palabra) pero la terna por unas causas u otras tampoco.
Ya me dirán Vds: dos tardes de toros en Valencia y dos decepciones. ¿Cómo levantamos esto?. ¿ Que quieren de nosotros?. Lo estamos dando todo, nuestro dinero, nuestro tiempo, nuestra ilusión. ¿Y que recibimos?. Decepción mas decepción. ¿Qué hacen los demás?: profesionales, políticos, nos han dejado de la mano de Dios. ¡Que hemos hecho para merecer esto! Las empresas no consiguen contratar a los mejores, los mejores no consiguen ponerse de acuerdo con las empresas.
La TV que tenía que unir, desune. Y seguimos huérfanos, nos sentimos solos porque nada, nada de lo que se organice al margen del espectáculo por muy cultural que sea y por mucho dinero y mucha foto, sirve si en el ruedo no se produce lo que el aficionado reclama: bravura, emoción y verdad. Así que, seguiremos yendo a los toros porque estamos enganchados pero no conseguimos enganchar a otros, por lo tanto restamos pero no sumamos. Y eso no es bueno para el toro porque este también desaparece.
No hay relevo, sobre todo el relevo empresarial con miras de futuro, con menos bohemia, menos intereses de presente y mas ilusionar para el futuro.
Lamento que a alguien le moleste mi pesimismo, puede ser que sea extremo, pero los hechos desgraciadamente me dan la razón. Se está viendo mucho cemento en las plazas y la culpa no solo la tiene la crisis.
“Ojala que me equivoque en todo”. Lo deseo.

Agustín Colomar Soler
Presidente UTAV

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