Casta Castella, Manzanares y Talavante ( Irene )

CASTA CASTELLA, MANZANARES Y TALAVANTE


En la tarde de ayer solo se cortó una oreja pero para mí fue una tarde muy especial y con muchos matices. Como en la novela de Alexandre Dumas, les trois mousquetaires lo bordaron. Cada uno en su estilo pero un ole por los tres.

Aramis Castella demostró el significado de “los toreros están hechos de otra pasta”, por si alguien no entendía la metáfora. Su actuación de ayer es de esas que no se borran de la retina nunca, todos los que estuvimos en la plaza lo tenemos grabado a fuego ya. Arrojo, valor frío, insensibilidad al dolor. Un torero que es capaz de cortar una oreja a su primer toro, con una cornada de 10 cm en su ingle, ni se mira ni deja que le miren. De hecho, cuando empezó la faena de muleta al primer toro, el público empezó a pitar para que no toreara y nos echo una mirada, que nadie se atrevió a emitir otro silbido hasta que remato su faena con la estocada, corto una oreja, que paseo por el ruedo de Las Ventas. Y tampoco entró a la enfermaría, dejarle tres toros a Manzanares en San Isidro es como decirle a la ligera de la fiesta que te cuide al novio…esas cosas no se tocan y menos con media Puerta Grande abierta.

El segundo toro fue más complicado que su primero pero ahí estuvo. El que no hubiera visto torear a Castella ya se enteró de que iba esto. Chapeau al francés!

Ayer los toros no me gustaron demasiado, a excepción del 2º. La corrida fue muy entretenida y se dejo, la gente contenta pues para lo que había salido por chiqueros en lo que iba de feria…ya se sabe que en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Los toreros estuvieron muy por encima de los toros. Todos calcaitos. En los primeros tercios parecía que valían, se dejaron torear de capote. Un ole a ese capotillo de Talavante! Que bien toreó y variado, como antiguamente!!! En el caballo, casi todos empujaron bien y ninguno salió suelto. Parecía más de lo que luego eran. Ya con la muleta tragaban una seria y como mucho dos pero a la tercera cantaba la gallina.

Los tres mosqueteros estuvieron por encima de sus toros. Sacándoles el máximo de lo que había y pudiendo haber tirado por la calle del medio, ninguno lo hizo. Os cuento su última hazaña: le han robado su vergüenza torera al pobre Aparicio y se la han repartido a partes iguales.

Athos Manzanares tuvo la suerte de tener el mejor toro y a mi me gusto su actuación toda la tarde. Después de venir de abrir la Puerta del Príncipe de Sevilla todavía parece que en Madrid le tratan como a un novillero sin caballos. Creo que esto lo ha heredado de su padre…ojala volviera la música a Las Ventas!!! Porque entre escuchar el pasodoble de Davila Miura o el gallinero bochornoso de ayer hay diferencia. En días como ayer echo mucho de menos el silencio sevillano.

Manzanares es un figurón del toreo para quien no se haya enterado aún. Y un gran compañero! El torero en mejor forma física del escalafón. Capaz de agarrar el toro por un cuerno para sacarlo de un momento de apuro o salir como el hombre bala ayer, cuando lamentablemente el primer toro hirió a Castella. Pero no queda ahí la cosa, también realiza labores de subalterno y ayudar al compañero de otra cuadrilla a sujetar el toro en el burladero mientras el maestro brinda. Un diez por él!

Y por último Porthos Talavante. Con el permiso de Manzanares, el torero mas guapo de ayer. No se puede ir mejor vestido a una plaza de toros. Con ese vestido negro y plata acertadísimo, elegantísimo, con un halo de tristeza profunda. Ni el propio Armani le hubiera vestido mejor para la ocasión. Un luto riguroso por su abuelo en una de las tardes más tristes de su vida. Pues venía de enterrar al hombre que le hizo el torero que es.

No había llegado Talavante a la primera raya de picar, montera en mano, cuando empezaron a sonar los primeros aplausos. Y un señor de Badajoz, con ese acento de abajo que tanto me gusta dijo: “Que no es a vosotros, no sabéis a quien va a brindar…”. Y el torero triste y espigao pero sereno se planto en el centro del ruedo y alargo su brazo hacia el cielo, tanto que parecía que la montera lo tocaba. Estas cosas solo pasan en una plaza de toros.

A su primer toro, le saco todo lo que tenía y más. Y al segundo, mas de lo mismo. Además del quite por gaoneras apretadas que realizo al toro de Manzanares. Aquí estoy yo dijo, por si alguien no se había enterado que esa tarde toreaba Talavante.

Para mi lo mejor de la tarde fue el toreo de capote al sexto toro. Por verónicas y rematando a una mano. Soltando la mano izquierda, no se puede ser más auténtico. Verónicas bajando la mano señores. Y después por delantales y chicuelinas. En homenaje al maestro Robles.

Vuelvo al principio, solo se cortó una oreja pero para mi valió mucho la tarde. Una tarde para el aficionado.