Han saltado hoy al albero de las Ventas, de la ganadería de
Baltasar Ibán, y cuando hablamos de toros queremos decir toros encastados y
bravos, de los que empujan en el caballo, reciben de lo lindo y llegan a la
muleta con la boca cerrada, fuerza, vigor y embestida boyante y noble. Se han
lidiado en segundo y tercer lugar y han sido aplaudidos fuertemente en el
arrastre, aunque debemos añadir que el tercero ha salido suelto del caballo y
se ha dolido en banderillas, a pesar de lo cual nos encontramos con los astados
perfectos para que un torero con valor y oficio les corte las orejas.
Sin embargo ni Serafín Marín ni Rubén Pinar han sido capaces
de alcanzar la gloria que tenían al alcance de la muleta y que toda la plaza,
por cierto de bote en bote, deseaba.
Estos toros ponen al respetable expectante al llegar al
último tercio, con los cinco sentidos pendientes de su desarrollo, midiendo
cada movimiento del torero, el terreno que pisa, la distancia a la que cita,
cómo pone la muleta, si embarca la embestida y vacía atrás con un giro de
muñeca, si carga la suerte, si camina entre pase y pase, si liga las series, si
cambia a tiempo de pitón, si baja la mano, si somete al toro, si el toro se
encela con la pañosa...
Pues no ha habido nada, los toreros desbordados por los
toros han tratado de sacarlos de la suerte con un toreo perfilero realizado con
el pico de la muleta y así esconder las buenísimas condiciones y cualidades de
los animales. Y los toros se han arrastrado con las orejas puestas. Estos dos diestros
han estropeado dos toros magníficos, así de claro, a pesar de lo cual no
podemos dejar de agradecer a Rubén Pinar que haya citado de lejos por dos veces
al tercero y haya tratado de embarcar la embestida, pero su manifiesta
descolocación ha impedido rematar las series adecuadamente y cuando luego le ha
citado con la mano izquierda tan fuera de sitio y de manera tan penosa el toro
no le obedece, faltaba el imprescindible sometimiento y el mando en plaza
fundamental cuando se tiene enfrente un oponente de tal categoría, el toro
protesta y se planta ante el torero desafiante y le desborda sin remedio, llega
la cuesta debajo de la faena y torero busca finalizarla como sea, y en este
caso ha sido con una estocada certera.
Los otros cuatro toros de B.I. también han sido encastados y
lo han demostrado en sus peleas con los caballos, pero han llegado a la muleta
apagados como si se les hubiera acabado la vida y apenas llegaban el engaño se
paraban y punteaban, el sexto prácticamente ha muerto por agotamiento con
apenas media estocada tendida.
El mejicano Fermín Spínola no ha tenido suerte con su lote,
el primero ha sido el único que no ha demostrado alegría de salida, punteaba
los capotes y se paraba bajo la muleta igual que el cuarto al que el Chano ha
puesto dos magníficos pares de banderillas.
De la misma manera los toros quinto y sexto, de
comportamiento muy parecido, han llegado a la muleta prácticamente parados lo
que no ha impedido que Rubén Pinar se viera desbordado por el sexto tanto con
el capote como con la muleta.
Cartel típico de domingo de feria, toreros de poco peso y
toros con muchos kilates.
Jandro
domingo, 27 de mayo de 2012
como se nota cuando salimos del monoencaste..... (aunque esta ganaderia lleve algo de domeq en su sangre)
ResponderEliminarBuen análisis de lo que ha sido la tarde en las Ventas, un saludo.
ResponderEliminargran corrida de baltasar ivan me alegro junto alcurrucen lo mejor en toros casi nunca te aburres con ese tipo de toros siempre hay emocion en el ruedo la proxima cita jose escolar suerte
ResponderEliminarDe pena ver a los matadores, en especial a Serafin Marin, hacer la estatua mientras masacraban a sus toros en varas.
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