Los toros de la ganadería del Ventorrillo que han saltado esta tarde a la arena de las Ventas eran muy mansos, especialmente el segundo, y descastados, salvo el tercero, de nombre Cervato que le ha tocado en suerte a Eduardo Gallo, en mala suerte podríamos decir, ya que el torero ha sido incapaz de torearlo, el toro pedía distancia y colocación y el torero, salvo en la primera serie, le citaba en corto, fuera de cacho y con el pico tratando de acortarle el viaje. Y así se ha visto una vez más cómo los toros buenos descubren a los malos toreros, era un toro de dos orejas, le vimos acudir desde lejos con alegría al caballo en la segunda vara, bastante bien recetada por José Ney Zambrano por cierto. Pero el torero ha intentado torearle como si de un medio toro de los que están de moda se tratara y el fracaso ha sido total, al igual que con el sexto que aunque se trataba de un animal con muchas dificultades debido a su descastada mansedumbre ha descubierto a un Eduardo Gallo sin recursos.
Julio Aparicio se ha inhibido completamente de su responsabilidad como matador de toros frente al primero y cuarto y como jefe de lidia en la tarde de hoy. No solo ha demostrado cobardía y poquísimo oficio, también falta de compañerismo y desprecio al público, si le quedara algo de vergüenza torera renunciaría a la tarde que tiene firmada en esta misma feria. Comprendemos que tuvo un percance impresionante que le puede mantener atribulado, pero antes de comparecer debió cerciorarse de que había superado el trance. Al acabar el paseíllo ha habido un aplauso que debía ir dirigido a la alcaldesa de Madrid que compareció en el palco del ayuntamiento pero él ha salido ha saludar tan contento.
Curro Díaz a pesar de tropezar con el lote de mayores dificultades, el segundo huía cuando se le acercaban capotes o muletas y al quinto le faltaba poco para hacer lo mismo, tampoco ha sido capaz de resolver la papeleta con recursos torero de altura.
Ésta, como las tardes que llevamos de feria, lo poco que había que torear se ha quedado inédito y a pesar de que los toros eran malos han estado por encima de los toreros.
Concluimos que hoy día los toreros sólo torean el toro tonto de carril, dócil y cariñoso que sigue la muleta a media altura sin molestar a su oponente. Someter un toro encastado, aunque no tanto, y torearlo después como mandan los cánones, es misión imposible.
Hoy día de la fiesta grande de Madrid merecíamos otro cartel.
Jandro
martes, 15 de mayo de 2012. San Isidro
Foto: Luis "El Cojo"
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