martes, noviembre 06, 2007

Cargar la suerte II


Continuamos los post anteriores:
"Esta ejecución de las suertes es muy arriesgada y difícil -arriesgado y difícil es el toreo- y los toros no suelen soportarlas en gran número. Por tal razón las faenas del toreo antiguo, aquellas de corte clásico, tenían que ser forzosamente cortas. Por tal razón las cornadas eran más numerosas, fuertes y en peor sitio tiempo atrás. Por tal razón el toreo tenía siempre una emoción máxima. Ya hemos dicho que los toreros pretendidamente revolucionarios eliminaban en sus revoluciones la cargazón de la suerte. Su ingenio consistía, entonces, en suplirla con sucedaneos, trucos ventajistas, que desnaturalizaban el toreo. En la actualidad ya no puede inculparse de ello a los toreros revolucionarios, pues , en definitiva - y en este aspecto-, toreros revolucionarios son casi todos: casi ninguno carga la suerte; citan de perfil - es la época de los toreros perfileros- y no obligan al toro a que haga la interrogación en seguimiento de los engaños, sino que se limitan a pasarlo por delante, recto y a su aire. De donde las faenas son interminables, escasa su emoción, las corridas no rara vez transcurren bajo la losa de un profundo aburrimiento. Hay espadas que han adquirido fama, incluso con aureola de artistas consumados, sin haber cargado la suerte jamás. Hasta ese extremo es habitual que no se cargue la suerte en el toreo contemporáneo.
Joaquín Vidal ( El Toreo es Grandeza)
Tengo claro lo que es torear, lo que no tengo tan claro es que hoy en día haya toreros que sepan torear. Los hay que se aproximan y cuando lo hacen gustan y algunos de ellos hasta nos emocionan como ha ocurrido esta temporada con Manzanares, con Juli, con Talavante, con Castella, con Bautista, si quieren con Tomás, aunque "así no es".

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