Mirando este gran retrato de grupo, se pueden aobservar diferentes aspectos de la evolución de la fiesta de los toros.En esta ocasión destacaria la evolución del vestido de torear. Es curioso, cuanto menos toro, menos oro. El torero de Solana, magro en carnes, cubria su osamenta con densos repujados en oro. Con tan pesada carga, se enfrentaba a marrajos enormes, doctos en lenguas muertas desde la salida de toriles. El torero moderno, visitante de gimnasios, se enfrenta a toretes endebles, vistiendo ternos ligeros, con escaso adorno. vestidos mas propios de el Escamillo teatral, que del Escamillo torero. Lo dicho: a toro endeble, traje de fantasia.
Gracias, Javier, por traer a la palestra esta obra.
ResponderEliminarLa condesa de Estraza
Mirando este gran retrato de grupo, se pueden aobservar diferentes aspectos de la evolución de la fiesta de los toros.En esta ocasión destacaria la evolución del vestido de torear. Es curioso, cuanto menos toro, menos oro. El torero de Solana, magro en carnes, cubria su osamenta con densos repujados en oro. Con tan pesada carga, se enfrentaba a marrajos enormes, doctos en lenguas muertas desde la salida de toriles. El torero moderno, visitante de gimnasios, se enfrenta a toretes endebles, vistiendo ternos ligeros, con escaso adorno. vestidos mas propios de el Escamillo teatral, que del Escamillo torero. Lo dicho: a toro endeble, traje de fantasia.
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