El Conde de Santa Coloma planificó lo que en el futuro sería su ganadería y, para ello, compró vacas y sementales del Marqués de Saltillo, procedencia también de pura casta Vistahermosa, pero ya en los comienzos de este siglo mantenían acusadas diferencias con las reses derivadas de Ibarra, tanto en el comportamiento durante la lidia, como en lo que se refiere a su morfología.
La idea del Conde de Santa Coloma consistía en aunar las mejores características de una y otra procedencia, consiguiendo integrar en un mismo animal la calidad, buena clase y regularidad que caracterizaban a los ejemplares procedentes de Ibarra, conla espectacular bravura y casta típicas de los toros de Saltillo. Al mismo tiempo trataba de evitar los principales inconvenientes de las dos lineas ya que, en las reses ibarreñas, había un mayor porcentaje de toros "mansotes" y con tendencia a aplomarse durante la lidia, mientras que los "saltillos" eran mucho más irregulares y solían resultar más difíciles para los toreros, por ser demasiado encastados, acusando con frecuencia exceso de genio y tendencia a desarrollar sentido.
El experimento llevado a cabo por el Conde de Santa Coloma dió excelentes resultados en cuanto a comportamiento y sus toros se situaron en la cima de la cabaña brava española (...)
Donde no resultó tan positivo fue en los aspectos morfológicos, (...).
El toro de Santa Coloma perdió parte de las buenas características morfológicas de los ejemplares de Ibarra y recibió una influencia poco positiva por parte del toro Saltillo, más fino, pero peor conformado en líneas generales y siempre de menos trapío.
Por eso y por su mayor irregularidad, el Conde de Santa Coloma limitó la influencia de Saltillo y prefirió mantener un equilibrio en la ganadería, con predominio de la sangre ibarreña. Esta idea le llevo a ceder en 1913 los ejemplares más asaltillados a su hermano, el Marqués de Albaserrada."
Adolfo Rodríguez Montesinos ( El Toro de Santa Coloma)
Foto: Terredetoros.com
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