Un chaval

Frascuelo, que cumplirá sesenta años el próximo mes de septiembre estaba hecho un chaval, y así ha comenzado la faena al segundo toro de la tarde que le correspondía por turno ya que había cedido el primero a Israel Lancho para que confirmara la alternativa, el toro era de la ganadería de San Martín, sólo cuatro toros de Cuadri han pasado el reconocimiento veterinario, los otros dos no los han aceptado por falta de trapío según la versión de la plaza, personalmente me parece imposible que Fernando Cuadri haya enviado a Madrid dos toros sin trapío, a quienes hemos visto la finca de Cuadri y sus toros en ella nos parece imposible que de esa finca salgan toros sin trapío. Quizá razones que interese ocultar hayan motivado los rechazos.
El segundo de la tarde era un cárdeno de bonita lámina y vivo comportamiento que acudía al cite sin remilgos y cuya lidia y muerte correspondía a Frascuelo como decíamos, y Frascuelo ha comenzado la faena como un chaval de los de antes, hambriento de triunfos y de contratos, con alegría, con torería, con maestría, se ha llevado el toro a los medios con unos ayudados y ha dado una serie en redondo domeñando la embestida del toro, se ha echado la muleta a la mano izquierda y al segundo natural el toro se le ha arrancado inopinadamente y le ha cogido en el muslo derecho, aunque ha salido del percance por su propio pie, ha tenido que ser trasladado a la enfermería de forma inmediata.
La corrida ha quedado en un mano a mano entre Iván García e Israel Lancho que han tenido que hacer frente a los cuatro toros de Cuadri que han pasado el reconocimiento y además matar al cárdeno de San Martín.
Enseguida hemos visto que Iván García carece de recursos para enfrentarse a este tipo de toros, toros con casta pero que no se comen a nadie, toros que hay que torear bien desde el principio y tienen muchos pases para un torero con oficio y valentía, toros que pueden dar la gloria o destapar al torero ventajista acostumbrado al gili-toro moderno. A Iván García le desbordaban los toros de Cuadri en las verónicas de recibo y en los pases de muleta, o sea, en todo momento, se ha dejado los dos sin torear y ha pasado un calvario para matarlos. El compromiso le ha venido grande.
Israel Lancho no debía haber venido a Madrid, y menos con esta corrida, le hemos encontrado demasiado verde, sin conocimientos suficientes, carente de oficio. Ha deambulado por la arena sin saber qué hacer con sus toros.
En sexto lugar le ha salido un bombón, un toro-bombón que se ha hecho la faena él solo, un toro con casta y fuerza suficientes y que tomaba la muleta por los dos pitones con largura y nobleza, sin molestar al torero, como si estuviera entrenado, de hecho ha toreado a Lancho tan bien que el público que ha vuelto a demostrar una vez más su ignorancia ha pedido le oreja para el torero que se ha limitado a colocar la muleta y quitarse luego de en medio cuando el toro pasaba y ha matado de un bajonazo que ha hecho guardia descaradamente y una estocada desprendida.
Una pobre faena a un toro que ofrecía sus dos orejas con generosidad.
Otro toro de ensueño que buscaba un torero y que no lo ha encontrado.
En resumen: los toros de Cuadri pedían el carné, y el que lo tenía estaba en la enfermería, lo que son las cosas de la fiesta.

Jandro
domingo, 25 de mayo de 2008

Foto: Manon