Diego Urdiales vino a torear a Madrid por el camino de la sustitución y demostró que se merecía un puesto en esta feria mucho más que otros que vienen apadrinados.
A Diego le tocó un lote difícil de la mansa corrida de Carmen Segovia, su primero era un toro que se dejaba torear según los modernos taurinos e iba y venía a tomar la muleta sin convencimiento y sin transmisión, siempre con la cara alta y sin entrega. Diego le intentó torear y sacó algunos pases estimables pero resultó difícil el lucimiento, se entretuvo demasiado para cuadrarlo lo que enfrió al público que tenía la mano del pañuelo ocupada en sujetar el paraguas. Su segundo, un enorme animal de 645 kilos que no se movía ni a empujones (y quién se atreve a empujar a semejante mole) y al que arrancó pases por ambos pitones que el toro se tragó a regañadientes, finalmente entró a matar tirándose arriba y cobrando una estocada entera bien colocada que acabó con la vida de su oponente, cortó una oreja pues había dejado de llover y la mano del pañuelo no sujetaba el paraguas, oreja merecida por su actuación valiente y decidida que estuvo en todo momento por encima de sus dos oponentes.
Fernando Cruz quedó inédito, no supo sacar nada de sus débiles oponentes que tampoco merecían demasiado.
No me quedé a ver el sexto toro cuya lidia correspondía a Pedro Gutiérrez pues vista su actuación con el tercero decidí no perder el tiempo. Destacar los dos pares de banderillas que Juan José Rueda "El Ruso" le puso al dicho tercer toro y que merecieron la ovación unánime de la plaza.
Feliz tarde para Diego Urdiales, a quien vimos en un tentadero de Adolfo Martín y nos gustaron sus maneras, nos alegrará volver a verle y confirmar su excelente disposición que lamentablemente no se encuentra demasiadas veces entre los toreros hoy en día.
A Diego le tocó un lote difícil de la mansa corrida de Carmen Segovia, su primero era un toro que se dejaba torear según los modernos taurinos e iba y venía a tomar la muleta sin convencimiento y sin transmisión, siempre con la cara alta y sin entrega. Diego le intentó torear y sacó algunos pases estimables pero resultó difícil el lucimiento, se entretuvo demasiado para cuadrarlo lo que enfrió al público que tenía la mano del pañuelo ocupada en sujetar el paraguas. Su segundo, un enorme animal de 645 kilos que no se movía ni a empujones (y quién se atreve a empujar a semejante mole) y al que arrancó pases por ambos pitones que el toro se tragó a regañadientes, finalmente entró a matar tirándose arriba y cobrando una estocada entera bien colocada que acabó con la vida de su oponente, cortó una oreja pues había dejado de llover y la mano del pañuelo no sujetaba el paraguas, oreja merecida por su actuación valiente y decidida que estuvo en todo momento por encima de sus dos oponentes.
Fernando Cruz quedó inédito, no supo sacar nada de sus débiles oponentes que tampoco merecían demasiado.
No me quedé a ver el sexto toro cuya lidia correspondía a Pedro Gutiérrez pues vista su actuación con el tercero decidí no perder el tiempo. Destacar los dos pares de banderillas que Juan José Rueda "El Ruso" le puso al dicho tercer toro y que merecieron la ovación unánime de la plaza.
Feliz tarde para Diego Urdiales, a quien vimos en un tentadero de Adolfo Martín y nos gustaron sus maneras, nos alegrará volver a verle y confirmar su excelente disposición que lamentablemente no se encuentra demasiadas veces entre los toreros hoy en día.
Jandro
martes,13 de mayo de 2008
Foto: Manon
La clave de la crónica de Jandro es su primer párrafo. Un torero que no ha hecho nada (porque no ha toreado), entre la aparición de los carteles y la inclusión vía sustitución, significa que merecía estar pero no lo pusieron, cuando están anunciados otros que no deberían aparecer por Las Ventas ni de visita.
ResponderEliminar¿Este tomó la alternativa antes que José Tomás? Lo digo porque también lo podían poner abriendo algunos carteles del místico.
Me alegro por Diego porque es de los que madruga para entrenar y poder luego irse a su trabajo para llevar "p'alante" su familia. Lo que tiene se lo ha ganado con tesón y mucho sufrimiento.
Felicidades torero.
No es que tuviésemos las manos ocupadas con los paraguas es que no se mereció la oreja en el primer toro porque lo pincho varias veces.
ResponderEliminarMe extraña mucho que abra ningún cartel del místico porque este sabe torear y le puede demostrar a los hooligans que no solo existe José Tomás.
Ventero, Jandro escribe "público" que no "aficionado".
ResponderEliminarDe todos modos, a parte de pinchar, creo que el recorrido y la nobleza del toro pedían una faena de más "empaque". El toro se cayó al principio d ela faena, pero luego fue a mas.