Los llamados Matadores-Banderilleros tuvieron un tiempo de auge hace algunos años coincidiendo con otra edad de Esplá que siempre abanderó estas ternas. Recuerdo compartiendo cartel con él al portugués Víctor Mendes y al venezolano Morenito de Malacay, aunque ha habido otros muchos. Nunca se caracterizaron estos toreros por su fineza con la muleta pero la espectacularidad del tercio de banderillas llenaba las plazas con lo que subió su caché.
Con los años fueron cambiando los nombres que aconpañan a Esplá y él se convertía en un maestro-director de lidia que podía con todo y se apuntaba a los Victorinos en los carteles, y siempre tan compuesto con vestidos a la antigua y modales educados y labia culta, sabedor de la historia y del arte del toreo, licenciado en Bellas Artes y en Derecho sigue llenando las plazas y cotizándose bien a pesar de que los años no perdonan y sus mermadas facultades no le permiten desde hace al menos 4 años estar a la altura de los compromisos taurinos.
Esplá viene a la plaza como quien tiene todo conseguido, sin interés y sin ilusión y no disimula en absoluto su abulia a la hora de tomar la muleta y acercarse al toro, actúa como si lidiar y matar a un toro fuera un asunto menor, cumple el cometido de cualquier manera y se estira al cabo de algunas series de horrorosa ejecución como si hubiera realizado una azaña.
Hoy todos los pares de banderillas que ha puesto han sido malos o malísimos, todos a toro pasado, lejísimos un palo de otro, y se caían de forma inmediata o al poco tiempo, sin exponer un alamar, no ha llegado al público y en su segundo toro ni siquiera ha banderilleado, así se ha convertido en un banderillero que no pone banderillas, en un lidiador que no lidia y en un matador que despena de un navajazo rastrero a su primer toro causándole una muerte indigna.
Encabo ha seguido el camino que le ha marcado su maestro Esplá, no sabemos si por querencia o por incapacidad para superar la apatía que le invadía, pero Encabo debería pensar que todavía le queda mucha carrera por delante y mucho que torear y no precisamente a la manera de hoy, aburriendo a mansalva.
El bullicioso Ferrera ha arrancado una oreja al público que viene precisamente a estas corridas de banderilleros a divertirse y que se conforma con un segundo tercio espectacular y vistoso aunque no sea muy ortodoxo y con un pobre intento de faena, un arrimoncito y una estocada desprendida.
Hay que reconocer que la mansada traída hoy por José Luis Pereda no se prestaba a un lucimiento incandescente pero, en cualquier caso el lamentable espectáculo ofrecido no justifica el sacrificio de seis animales por muy moruchos que sean.
Jandro
miércoles, 14 de mayo de 2008
Con los años fueron cambiando los nombres que aconpañan a Esplá y él se convertía en un maestro-director de lidia que podía con todo y se apuntaba a los Victorinos en los carteles, y siempre tan compuesto con vestidos a la antigua y modales educados y labia culta, sabedor de la historia y del arte del toreo, licenciado en Bellas Artes y en Derecho sigue llenando las plazas y cotizándose bien a pesar de que los años no perdonan y sus mermadas facultades no le permiten desde hace al menos 4 años estar a la altura de los compromisos taurinos.
Esplá viene a la plaza como quien tiene todo conseguido, sin interés y sin ilusión y no disimula en absoluto su abulia a la hora de tomar la muleta y acercarse al toro, actúa como si lidiar y matar a un toro fuera un asunto menor, cumple el cometido de cualquier manera y se estira al cabo de algunas series de horrorosa ejecución como si hubiera realizado una azaña.
Hoy todos los pares de banderillas que ha puesto han sido malos o malísimos, todos a toro pasado, lejísimos un palo de otro, y se caían de forma inmediata o al poco tiempo, sin exponer un alamar, no ha llegado al público y en su segundo toro ni siquiera ha banderilleado, así se ha convertido en un banderillero que no pone banderillas, en un lidiador que no lidia y en un matador que despena de un navajazo rastrero a su primer toro causándole una muerte indigna.
Encabo ha seguido el camino que le ha marcado su maestro Esplá, no sabemos si por querencia o por incapacidad para superar la apatía que le invadía, pero Encabo debería pensar que todavía le queda mucha carrera por delante y mucho que torear y no precisamente a la manera de hoy, aburriendo a mansalva.
El bullicioso Ferrera ha arrancado una oreja al público que viene precisamente a estas corridas de banderilleros a divertirse y que se conforma con un segundo tercio espectacular y vistoso aunque no sea muy ortodoxo y con un pobre intento de faena, un arrimoncito y una estocada desprendida.
Hay que reconocer que la mansada traída hoy por José Luis Pereda no se prestaba a un lucimiento incandescente pero, en cualquier caso el lamentable espectáculo ofrecido no justifica el sacrificio de seis animales por muy moruchos que sean.
Jandro
miércoles, 14 de mayo de 2008
Foto: Juan Pelegrín
Al señor Trinidad le deberian fulminar inmediatamente de su puesto, me parece de verguenza supina la oreja concedida hoy a Antonio Correcaminos. Oreja que ni en un pueblo se concede a una faena que de los 30 mantazos que ha dado ninguno ha sido bueno. Vergonzoso!!!!.
ResponderEliminarJosé Antonio
Esplá no es licenciado en Bellas Artes, y mucho menos en Derecho.
ResponderEliminarDesperdicios
Baderilleros, despues de ver lo que tanto aplaude el villamelon, esas banderillas al "violin" carentes de tod canon y despues de ver al "mejor baderillero de la historia" http://www.youtube.com/watch?v=-hOaOq_1lDs
ResponderEliminarMe quedo callado y dejo de pensar en la suerte de varas y en el de banderillasy a este paso en cualquier otra suerte taurina.
Solo me queda aceptar el circo de toros y disfrutar del show, en espera que metan clowns como en el rodeo Americano.