La corrida de Adolfo con los toros muy bien presentados excepto el segundo anovillado era un tesoro para los toreros que no han sabido ver sus verdaderas cualidades, se han tomado excesivas precauciones, han recetado el remedio antes de la enfermedad y, sobre todo Talavante ha desaprovechado una ocasión clara de triunfo grande que tardará en volver a ver, sin embargo para el aficionado ha resultado una corrida algo blanda a la que le ha faltado vigor, fortaleza, potencia, picante, raza, es decir: casta, además los toros no han desarrollado sentido, les ha faltado esa listeza que sacaban de su lidia un master que ponía la faena muy difícil a los toreros.
Sabemos que Adolfo Martín gestiona con esmero su ganadería cuidando cada detalle de la cría del toro bravo, desde la selección hasta el embarque de las corridas para la plaza.
Suponemos que habrá elegido para Madrid lo mejor que tenía. Además, la mala suerte de última hora le ha impedido traer dos toros preferidos a los lidiados.
Hemos tratado de seguir con detalle las evoluciones y el comportamiento de cada toro en la plaza, las lidias, los castigos y hemos quedado desencantados de la corrida en general, pero conviene matizar los detalles ahora en frío después del primer sentimiento en caliente allí en la plaza.
Adolfo ha traído una corrida muy buena para los toreros y sin embargo ellos no lo han visto así salvo a retazos, los Adolfos no se comían a nadie y metían la cabeza en la muleta humillando con nobleza, algunos con excesiva dulzura.
El Fundi, un torero con más de veinte años de alternativa y mucho oficio no ha querido ni ver al primero de la tarde ¿le habrá parecido demasiado toro para él?. Le ha castigado con exceso en el caballo y ha ahogado su embestida desde la primera serie mostrando al público la falsa imposibilidad de torearlo cuando ha sido él quien ha evitado el enfrentamiento, vaya que no ha querido ni ver al toro.
En el tercero ha arrancado una oreja después de una faena efectista basada en la corta distancia y matando de bajonazo después de una cogida aparatosa pero sin peores consecuencias. Mucho le ha ayudado el toro a pesar de lo mal que se ha portado con él.
A Diego Urdiales le han tocado los dos toros más flojos, ambos muy escasos de fuerzas no han permitido el lucimiento pero hemos intuido en las muñecas de este diestro muy buen toreo, se merece más oportunidades que le permitan cuajarse en el oficio.
Alejandro Talavante ha consentido que su picador castigase excesivamente y de forma ignominiosa al tercer toro de la tarde con un larguísimo y traserísimo puyazo que ha acabado con sus fuerzas antes de torearlo, durante la fallida faena de muleta se le ha visto despistado, sin norte, incapaz de resolver el compromiso. Ese ha sido a mi juicio el mejor toro de salida que ha acudido al caballo con un tranco alegre incluso a la segunda vara después del severo castigo, era posiblemente el más bravo de la tarde y Talavante no ha querido verlo ni en pintura permitiendo que su picador lo masacrase.
Y el sexto, que también ha correspondido a Talavante, ha llegado también a la muleta muy mermado de facultades incluso se ha caído un par de veces, pero se ha venido arriba y ha embestido a la muleta con clase. La faena encimista de Talavante, muy vistosa a la vez que engañosa que intenta hacer ver al público el peligro de la proximidad de las astas del toro y evita las verdaderas situaciones en las que se necesita valor de verdad, no ha dejado ver las cualidades que atesoraba ese toro y que se ha llevado al desolladero.
Cuando toros con casta salen de chiqueros es el torero quien decide si intenta torearlo o lo deja pasar disimulando sus propias carencias e intentando que no le descubran.
Hoy ha habido de todo esto en las Ventas, como siempre.
Jandro
viernes, 30 de mayo de 2008, san Fernando
Sabemos que Adolfo Martín gestiona con esmero su ganadería cuidando cada detalle de la cría del toro bravo, desde la selección hasta el embarque de las corridas para la plaza.
Suponemos que habrá elegido para Madrid lo mejor que tenía. Además, la mala suerte de última hora le ha impedido traer dos toros preferidos a los lidiados.
Hemos tratado de seguir con detalle las evoluciones y el comportamiento de cada toro en la plaza, las lidias, los castigos y hemos quedado desencantados de la corrida en general, pero conviene matizar los detalles ahora en frío después del primer sentimiento en caliente allí en la plaza.
Adolfo ha traído una corrida muy buena para los toreros y sin embargo ellos no lo han visto así salvo a retazos, los Adolfos no se comían a nadie y metían la cabeza en la muleta humillando con nobleza, algunos con excesiva dulzura.
El Fundi, un torero con más de veinte años de alternativa y mucho oficio no ha querido ni ver al primero de la tarde ¿le habrá parecido demasiado toro para él?. Le ha castigado con exceso en el caballo y ha ahogado su embestida desde la primera serie mostrando al público la falsa imposibilidad de torearlo cuando ha sido él quien ha evitado el enfrentamiento, vaya que no ha querido ni ver al toro.
En el tercero ha arrancado una oreja después de una faena efectista basada en la corta distancia y matando de bajonazo después de una cogida aparatosa pero sin peores consecuencias. Mucho le ha ayudado el toro a pesar de lo mal que se ha portado con él.
A Diego Urdiales le han tocado los dos toros más flojos, ambos muy escasos de fuerzas no han permitido el lucimiento pero hemos intuido en las muñecas de este diestro muy buen toreo, se merece más oportunidades que le permitan cuajarse en el oficio.
Alejandro Talavante ha consentido que su picador castigase excesivamente y de forma ignominiosa al tercer toro de la tarde con un larguísimo y traserísimo puyazo que ha acabado con sus fuerzas antes de torearlo, durante la fallida faena de muleta se le ha visto despistado, sin norte, incapaz de resolver el compromiso. Ese ha sido a mi juicio el mejor toro de salida que ha acudido al caballo con un tranco alegre incluso a la segunda vara después del severo castigo, era posiblemente el más bravo de la tarde y Talavante no ha querido verlo ni en pintura permitiendo que su picador lo masacrase.
Y el sexto, que también ha correspondido a Talavante, ha llegado también a la muleta muy mermado de facultades incluso se ha caído un par de veces, pero se ha venido arriba y ha embestido a la muleta con clase. La faena encimista de Talavante, muy vistosa a la vez que engañosa que intenta hacer ver al público el peligro de la proximidad de las astas del toro y evita las verdaderas situaciones en las que se necesita valor de verdad, no ha dejado ver las cualidades que atesoraba ese toro y que se ha llevado al desolladero.
Cuando toros con casta salen de chiqueros es el torero quien decide si intenta torearlo o lo deja pasar disimulando sus propias carencias e intentando que no le descubran.
Hoy ha habido de todo esto en las Ventas, como siempre.
Jandro
viernes, 30 de mayo de 2008, san Fernando
Foto: Juan Pelegrín
Es cierto Jandro que yo he visto a Fundi evitando el enfrentamiento con su primero. En el cuarto lo que he visto es que el toro se quedaba corto, no sé si por su condición o por la falta de pericia del torero ¿cómo lo hubieras hecho tú?
ResponderEliminarA Urdiales le he visto con mucha verdad y algo falto de oficio, me gusta.
Repecto a Talavante ¿qué habrías hecho diferente a su segundo toro?
Espero recibir contestación por tu parte, te tengo por una persona con gran criterio en esto y con muchos conocimientos de los que me gustaría “aprovecharme” con tu permiso.
pienso = q tu, me siento reconfortado con tu cronica porque ya creia que habia perdido el norte como aficionado al ver que todo el mundo decia lo contrario en la plaza y en la prensa de hoy
ResponderEliminarDebemos ver en la plaza corridas diferentes porque yo lo que he visto una escalera, con algún toro muy justo para Madrid. Descastados y sin fuerzas. Sólo la buena voluntad de los toreros ha impedido que Florito sacara sus bueyes. El sexto toro ha sido bueno para el torero porque tenía una miaja más de fuerza que el resto, lo cual tampoco quiere decir mucho. Es el enésimo petardo de Adolfo Martín en Madrid por muchos paños calientes que se pongan.
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