De un catecismo progresista y posmoderno (el papa negro)

Dime niño : ¿ Cómo te llamas ¿ (Me vá a salir esto como al padre Ripalda , pero qué mejor modelo de catecismo).
¿ Qué haces, niño, tocando arrobado el mito de la seda y de la gloria ?.
¿ Qué haces, niño, venerando a un torero en la intimidad de su sacristía?.
¿ No sabes que es pecado de lesa modernidad. ¿ No sabes que eso no te está permitido?.
Dime niño : ¿ Quien fue el corruptor que te llevó a la plaza?.
Yo soy tu GRAN HERMANO y velo por ti , pero no puedo VIVIR POR TI , (aunque todo se andará) . ¿ Qué haces en la fiesta cruel y obscena que no te ahorra el impúdico espectáculo de vida y muerte mostradas en un cara y cruz tan antiguo cuando suenan los blasfemos clarines de la tarde?.
¡ Para eso me esfuerzo yo en procurarte virtuales vidas y cibernéticas consolas! .
“Second life” tiene ya para ti una versión adolescente de la que disfrutaras si antes no te pierdes en tugurios de sangre y moscas.¿ Acaso no me esfuerzo ocultándote pudorosamente la muerte en asépticos tanatorios y hospitales?. ¡ Qué mas quieres , hijo, vives en la modernidad ¡.
Lo que has cometido es falta grave y te costará muchos puntos de tu carnet infantil . Aprenderás a cruzar por los pasos de cebra urbana que te asignemos convertido en obediente peatón. Y como penitencia harás un curso de reeducación social para que abomines de los falsos profetas revestidos de seda y oro . Y rechazaras las tentaciones aunque oigas eso que todos han dicho:
“ Dejad que los niños se acerquen a mí “ .

Foto: Anya Bartels-Suermondt