Seguimos en Calasparra, escribe Juan Carlos Marín:
"(...)La Feria se fue cuajando con novilladas, después corridas de toros y novilladas, para llegar finalmente a quedarse en novilladas picadas. Pero es en la última década cuando la Feria Taurina del Arroz a experimentado su mayor crecimiento y prestigio cogiendo hoy en día, una personalidad propia que le hacen diferente al resto de las ferias que se celebran en todo el territorio nacional. En el año 1999 se incorporan los encierros por las calles, que son todo un revulsivo atrayndo aficionados de todas partes de España. Todo eso ha sido posible gracias al tremendo esfuerzo realizado cuidando todos los aspectos, el TORO que es lo fundamental y lo que mas personalidad y prestigio le ha dado, trayendo siempre un ganado muy bien presentado e íntegro de pitones; la variedad de encastes también la han hecho diferente y el gran nivel de los novilleros participantes en cada ciclo, apostando siempre por los novilleros que de verdad quieren ser toreros jugándosela delante de la cara del toro, dejando a un lado los "hijos de papá" con imposiciones (...)"
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