Seguimos en Calasparra.Escribe Enrique Pérez en el programa de mano de la tarde de los Cebadas:
"Esta complejidad de la casta es lo que hace a la Fiesta Nacional tener categoría de honor, los novilleros que la maten sentirán un "regusto" especial, que no lo dan las ganaderías del encaste bodeguero, haciendo a su vez al novillero coger sitio y auténtica experiencia ante los problemas que plantean las corridas encastadas y con dificultad (...)"
Escribe Juan Carlos Pérez:
"Hoy día el monoencaste está bastante extendido a petición de las mal llamadas figuras del toreo, que prefieren torear todos los días minitoros de un encaste que no les apriete mucho, como es domecq o núñez en todas sus variantes, y de esta manera poder sumar un mayor número de festejos, y a la vez incrementar los números de la cartilla. Todo ese montaje va en detrimento del espectáculo y del verdadero aficionado, porque al público, que es muy diferente, le da igual, tan sólo les importa ver en los carteles a unos nombres que precisamente no han ganado nada en el ruedo con un toro de verdad, sino apareciendo en otro tipo de eventos de la crónica rosa.
Por eso el éxito de las buenas ferias está en la variedad de encastes, porque de esa manera podremos ver toros de variada condición, por que no todos los toros son iguales ni desarrollan el mismo comportamiento durante la lidia. Y los toreros como la propia palabra indica se tendrán que acostumbrar a torearlo todo, Juanpedros y Núñez, si, pero también Victorinos, Cuadris, Miuras, Veraguas, Adolfos, Pablos Romero, etc..."
Nota: En pocas plaza verán ustedes un porcentaje tan alto de aficionados como en Calasparra.
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