martes, septiembre 25, 2007

José Luis Bote

Copio el comentario recibido de un anónimo:
Sin restarle su mérito a Joselito y el Fundi, yo tengo que reconocer mi admiración por ese gran torero que es "el bote". Pocos toreros han toreado con esa clase y esa dulzura a toros tan fieros y a "contra estilo", como Jose Luis. recuerdo algunas tardes solanescas en el ruedo azotado por el viento de las Ventas, con un tercio de tendido plagado de turistas despistados y en el ruedo unos torazos mansos pregonaos. Tardes grises, con olor a cloroformo, donde se hacia presente "el Bote", disimulando a duras penas su ostensible cojera, para adelantar su muletilla y tirar del morlaco con suavidad, hasta enredarse en la cintura, la ciega brutalidad del toro.
Desde aquí, mi reconocimiento de anonimo aficionado a un torero de cuerpo entero, que por circunstancias de la vida, no llegó a alcanzar las cimas artisticas para las que estaba magnificamente dotado, pero que en el plano de la grandeza como hombre ha alcanzado ante los aficionados de ley, la maxima categoria.

3 comentarios:

  1. ¡Pedazo torero sin suerte!
    Pgmacias

    ResponderEliminar
  2. Precioso y acertadísimo comentario.

    ResponderEliminar
  3. De un torero cosido a cornadas. Mejor dicho, partido en dos porque la que afectó a la columna fué terrible, quiero dejar mi tributo de admiracion.
    Y porque no dejo en el olvido a estas gentes que son la cruz de la fiesta y su mejor cara, traigo las últimas noticias de Jesus Perez "El Madrileño".
    Madrid, 25 sep (EFE).- El subalterno Jesús Pérez "El Madrileño" sigue recuperándose del grave percance sufrido el pasado 24 de julio en la novillada matinal de la localidad francesa de Mont de Marsan, del que se encuentra "mejor dentro de lo que cabe, aunque la procesión va por dentro", declaró hoy a EFE.

    "Sigo con muchos dolores en la pierna, pero el peor dolor es el que sufro a nivel anímico", se sincera el torero. "Ahora sólo tengo que darme tiempo, tener paciencia y hacer mucho reposo", explica.

    "Ha sido un golpe muy duro, sobre todo por el momento en el que me encontraba, porque si no hubiera pasado nada, hubiese cerrado la temporada con 60 ó 65 actuaciones" lamenta al diestro de plata. Dos meses después de la cogida, "El Madrileño" ha tenido que pasar tres veces por el quirófano, la última, "hace veinte días".

    "Le pedí a los médicos que hicieran todo lo posible para que pudiese volver a torear, y la única opción que me dieron, y que no es nada segura, era pasando por el quirófano por tercera vez", confiesa "El Madrileño".

    Una operación que consistió en hacer sangrar la cabeza del fémur, para que la herida fuera regenerando, además de limpiar la zona.

    "Ahora sólo dependo de mí, los doctores han hecho todo lo que tenían en sus manos", -declara el torero- "Sólo pido a Dios que me de la oportunidad de seguir haciendo lo que más me gusta, torear".

    Pero aún así, Jesús muestra un lado optimista que es lo que hace que "no me amargue la vida", porque "de toda mala situación, hay que buscar el lado positivo, aunque sea difícil. Hay que pensar que tal y por donde me cogió, pudo haber sido mucho peor".

    Cuando se le pregunta por el percance de aquel día, confiesa rotundamente: "se tenía y se debía haber evitado", y continua: "no quiero darle más vueltas, aquello pasó y ya está, aunque yo si veo a un compañero solo, hubiese ido a ayudarle, porque nunca pasa nada hasta que pasa. Hay que saber el sitio de cada uno en la plaza".

    Una vida dedicada a su "gran pasión" -como él mismo afirma-, y la que tan duramente le ha tratado "cuando me dijeron que no creían que pudiese volver a torear, se me cayó el mundo encima".

    Aunque como también declara, éste no ha sido el único momento duro en su carrera "El día que cambié los papeles de matador de toros a subalterno, fue otro momento muy amargo para mí".

    Pero a partir de ahora, sólo queda esperar y dar tiempo al tiempo. El invierno será duro y largo para un torero, cuyo tiempo de recuperación no ha hecho más que empezar "Hoy empiezo la rehabilitación, que será dura, larga y muy intensa".

    Lo positivo de todo es que al menos ya ha empezado a experimentar ciertas mejorías "Ya puedo ir apoyando poco a poco, aunque aún debo ir con muletas entre mes y medio y dos meses", concluyó.

    ResponderEliminar