Cartel de la alternativa
Sobre la confirmación
Francisco Abad nos manda estas imágenes referentes a la alternativa y confirmación de Marcos de Celis.
Sólo nos resta darle las gracias y recordaros que si "pinchaís sobre las imágenes, estas se amplían.
Marcos de Celis está en la actualidad internado en el Complejo hospitalario San Luis de Palencia (Centro asistido de la 3ª edad).
ResponderEliminarSu última comparecencia en público fue en junio del 2006 cuando la empresa de la plaza de Palencia le homenajeó con motivo de los 50 años de su alternativa.
En este enlace está la noticia y la foto.
http://www.toros.com/noticias/noticias.cfm?id=11001
Pocos toreros habrán tenído mas verguenza torera que Marcos,si se disponía a dar una vuelta con el trofeo y oía una sola protesta la enterraba en la arena.los de ahora se dan vueltas por su cuenta o hacen aspavientos a la presidencia para cargar el público en su contra.En Madrid se negó a salir en hombros por la puerta grande,debido a que una de las orejas que le otorgó el público en esa tarde fué por una estocada a un toro que no le correspondía a él, pidío permiso para matarlo a la presidencia y lo pasaportó .Hombre bondadoso donde los haya en su epoca dorada nunca se negó a torear desinteresadamente en festivales a beneficio de quien lo necesitara.Como anecdota cuenta su mujer Luisa que un dia llego a casa descalzo porque le dió los zapatos a un pobre que vió en la calle que los necesitaba.Todas las empresas que han pasado por la plaza de Palencia siempre le mandaban un abono al matrimonio de Celis,pero la Gallego-Matilla que la gerenta en la actualidad no ha tenido esa gentileza.Incluyeron un homenaje con motivo del cincuenta aniversario de alternativa en su pliego para de este modo asegurarse la concesión, si bien es verdar también,que ninguna de las otras empresas que optaron por la concesión de la plaza propuso ningún acto para conmemorar la efemerides .A nadie le fue más difícil ser torero que al castellano Marcos de Celis, natural de Villamoronta, plena Tierra de Campos, junto al cuérnago que desemboca a los álamos del río Carrión. Porque en su interior –era tan íntegro su interior- moraba la duda. Creía en el ser humano, reconociendo los decálogos, y en la independencia. Su razonar, filosófico, de tan puro, era una pura abjuración. Debió nacer, para su bien, veintitantos siglos atrás, y entonces se hubiese cuajado, perfectamente, como un taurino cretense. (Bernardo Víctor Carande)
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