Ver para creer y yo no ví .
Desde mi tranquilo escepticismo
tengo la impresión que alguien se dedicó ayer a meter el dedo en la llaga. Sin creer en resucitados, el método comprobatorio parece tan radical como molesto. Algunas respuestas luchan por contener el ¡ Ay !.
No hay comentarios:
Publicar un comentario