Todo era de mentira, los toros, los toreros, su toreo, todo, absolutamente todo. Acudía la gente con cierta ilusión, así, como con hambre de toros, con ganas de disfrutar de una buena tarde de toros. Y resultó que, así de primeras, no hubo toros. La primera en la frente.
Gracias por la información amigo Eneko...¡qué pena, Bilbao también y en una efeméride importante!
ResponderEliminarUn abrazo
Pgmacias