Qué pena que un apellido con tanta tradición como el de Sánchez-Arjona haya devenido en el apellido de un criador de toros capaz de criar y presentar lo que se pudo ver en la última feria de Cáceres. Vivan los ganaderos románticos, mueran los ganaduros.
Qué pena que un apellido con tanta tradición como el de Sánchez-Arjona haya devenido en el apellido de un criador de toros capaz de criar y presentar lo que se pudo ver en la última feria de Cáceres.
ResponderEliminarVivan los ganaderos románticos, mueran los ganaduros.
Esta genta potencia la línea Domecq y los coquillas los tienen como mera referencia de otros tiempos.
ResponderEliminarQué pena de limpieza étnica.