lunes, febrero 04, 2008

Que Torero- Novillada en Medellín (Reinaldo Wolff)



QUE TORERO.
En una tarde soleada, con temperatura agradable y cielo completamente despejado, ante menos de media plaza, se dio la novillada de la temporada de Medellín, con toros de “Barroblanco”, encaste Domecq, apretados, variopintos y de juego dispar.
Juan Camilo Solanilla: Silencio y Silencio.
Juan Camilo Alzate: oreja y aplausos tras aviso.
Jerónimo Delgado “El Jero”: oreja y dos orejas.
Jaime Mejía saluda desde el tercio tras parear al cuarto de la tarde. “El Jero” salió a hombros por la Puerta de San Juan.
Ay hombre… que pesar con aquellos “Aficionados”, sobre todo los abonados que tienen la costumbre de regalar las boletas de la novillada, dizque porque eso no vale la pena. Pues se perdieron de una tarde de toros agradable y de un par de faenas realizadas por el novillero Antioqueño, que hasta el momento cuentan para el trofeo de la feria.
Y es que “El Jero”, vino a su tierra a presentar examen ante dos toros completamente distintos y aprobó con sobradas calificaciones, el tercero de la tarde, el más bravo del encierro, toro que tomó dos varas a ley recargando en el peto del caballo y después persiguiendo en banderillas, todo esto precedido de una tanda de seis verónicas lentas acompasadas y de mano baja, rematadas con una media. Inició su faena de muleta, con unos doblones muy toreros para llevarse el toro a los medios y allí instrumentar tandas por derecha y por izquierda de buena factura, pases lentos templados y bajando bien la mano. Remató la faena con un pinchazo sin soltar y una estocada contraria y desprendida al encuentro, premiándose su labor con una oreja.
El sexto de la tarde fue otro cantar, un manso de bola, que desde que salió a la plaza lo hizo bardeando las tablas, que embestía con las manos por delante y la cara arriba, se fue este muchacho a los terrenos del toro y allí en tablas insistiendo con muletazos de uno en uno y dejándole la muleta en la cara para que el novillo no se rajara, sometiéndolo, logra una primera tanda de tres naturales ligados, y allí todo cambió porque la faena se fue arriba, porque el toro fue más colaborador, dando la pelea en los medios, vinieron tandas por derecha, por izquierda, invertidos, redondos invertidos, los remates con el de pecho largos, lentos y templados, más tandas por derecha con la figura desmayada, templando y mandando; Faena larga, de más de cuarenta muletazos, templada y mandona. Entró a matar dejando media estocada tendida y desprendida, casi un pinchazo, que bastó para que el toro doblara y público pidiera frenéticamente las dos orejas.
Juan Camilo Alzate, en su primero cortó una oreja, más por la estocada, que por la faena realizada, a la cual le faltó temple y ligazón, más preocupado por el desplante que por otra cosa.
Con el quinto de la tarde se le abona el valor ante un toro, el más descarado de pitones, que más que embestir atropellaba mandando tarascadas, sin arredrarse toreando en los medios de rodillas y en otras citándolo de largo, entra a matar y deja media estocada tendida, que el toro escupe, saliendo con la mano lesionada y la taleguilla rota, otra muy desprendida y tendida, suena el aviso atronando el toro en el tercer intento de descabello.
Juan Camilo Solanilla, dejo entrever que tiene clase y detalles toreros, pero todavía le falta estar más delante del toro para saber resolver los problemas en la cara del mismo. Se le abona la voluntad y honestidad dejadas en el ruedo macareno.
¿Será que estamos en cierne de una gran figura?, así lo espero, porque lo hecho por el torero “paisa” ayer en la macarena, fue todo arte y torería.

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