Esplá simbiótico (el papa negro)
-Estábamos con tu temporada. Ahí no hay apuros.
-Espero. Comienzo con lo de José Tomas en Castellón.
-Eso también tiene su aquel. Estaría bien que no fuese una coincidencia aislada.
-Espero que no sea así , que no sea la única, de hecho en torno a José Tomás confío coincidir más de una tarde. Eso me permite limpiar mi campaña de cierto tipo de corridas.
-Expliquémoslo.
-Mi pretensión, que considero casi necesaria, es eludir las corridas duras en aquellos sitios donde realmente no merezcan la pena. Yo qué hago matando una de Victorino en un pueblo…Hay que afinar y hacer puntuales los esfuerzos , si hay que matarlas hay que hacerlo en una feria en la que se reúnan todos los ingredientes.
-(…) Para ver a quién acudirías a la reventa.
-A José Tomás uno de ellos.
(De “Aplausos” nº 1583. 28-01-08). “Esplá presenta a Esplá”. J.L. Benlloch.
- Al Sr. SOLyMOSCAS y a su mulo ,con mis mejores deseos de recuperacion.
Por no ponerme las gafas de groucho y abrir la boca: hostión al canto contra el callejón del desengaño... y la gente dando Aplausos...
ResponderEliminarEsplá está de un simbiótico (¿parasitismo, mutualismo o comensalismo?) que da miedo, directo al hoyo me ha mandao. Disculpen que no me levante...
Sol y Moscas
Quitese el monigote de la espalda señor Sol y Moscas, ya lo ha exhibido suficiente..
ResponderEliminarEsplá no es un monigote que llevó a la espalda Señor Bowe, es una estampita que llevo encima por ciertos aspectos de mi educación sentimental...
ResponderEliminarpero esto ya se sabe...
http://solymoscas.blogspot.com/2007/07/un-mal-aire.html
Un muy cordial saludo a Su Santidad y a usted por avisarme.
Tomo nota...
Sol y Moscas
Permita un consejo: A partir de cierta edad ni se aflija ni renuncie a sus "contradicciones". Hay que morir con las botas puestas porque no se puede cambiar de caballo en mitad del rio.
ResponderEliminarLe mencionaba a Flaubert y "Las tentaciones"... le dejo el párrafo de Ribeyro sobre el autor de "La educacion...".
Ribeyro lo define de la siguiente manera:
Amando los viajes y detestando el movimiento; no creyendo en el amor y guardando hasta el fin de sus días una pasión de la infancia; denunciando la mediocridad y dejándose seducir por ella, este enemigo del romanticismo que se enternecía leyendo versos de Víctor Hugo, este antipatriota que lanzaba anatemas contra los alemanes, este descreído que invocaba a Dios en su correspondencia, fue, en realidad, un cúmulo de contradicciones. La última de todas es que su obra, que podría definirse como una teoría del desengaño, pueda deducirse una filosofía de la ilusión (Ribeyro, 1986)...
Inutil , naturalmente, monsieur.
Su Santidad, gracias por el consejo y el texto (maravilloso Flaubert)...
ResponderEliminarLe dejo aquí un poema que me he cruzado hoy en el periódico de su querido Ángel González. Me parece "caido" del cielo:
Caída
Y me vuelvo a caer desde mí mismo
al vacío,
a la nada.
¡Qué pirueta!
¿Desciendo o vuelo?
No lo sé.
Recibo
el golpe de rigor, y me incorporo.
Me toco para ver si hubo gran daño,
mas no me encuentro.
Mi cuerpo ¿dónde está?
Me duele sólo el alma.
Nada grave.
Un saludo
Sol y Moscas
Extraordinario ,como siempre,
ResponderEliminarDefinitivo y "definitorio para hostiazos varios".