lunes, febrero 11, 2008

Muchos en hombros - quinta corrida de abono de la feria de la Macarena, Medellín- (Reinaldo Wolff)


Muchos en hombros
Se lidió la quinta corrida del abono, de la feria de la Macarena, toros de Las Ventas del Espíritu Santo, (encaste Domecq), Pequeños, terciados y muy anovillados, con escaso trapío, de juego dispar, algunos blandearon, aplausos al segundo, tercero y sexto, vuelta al ruedo, el resto pitados en el arrastre.
César Rincón: Oreja y Oreja.
Pepe Manrique: Silencio en su primero y algunas palmas en el quinto.
Sebastián Castella: dos orejas y dos orejas.
Saludaron desde el tercio Jaime Mejía tras parear el segundo y Jaime Devia tras parear el sexto de la tarde.
Salieron a hombros por la puerta de San Juan, Rincón, Castella y Juan José Rincón, como hijo del ganadero.
Quien lea los preliminares de esta columna, puede pensar que fue una extraordinaria corrida, pero no fue así, ya que el encierro presentado por el señor Rincón deja mucho que desear lo que debe ser un encierro para plaza de primera, por su escasa presencia, romana y trapío y si a esto le sumamos que ninguno de los toros fue picado a ley, solo seis picotazos por parte de los picadores, muy aplaudidos ayer por esta razón, entonces que merecimientos tiene lo realizado. ¿Cómo hace un presidente para concederles la vuelta al ruedo a dos toros, si ni siquiera fueron vistos en los caballos?
César Rincón en su primero, un toro abanto, que recogió con capotazos a dos manos, Una verónica y media a pie junto. Viloria pone un remedo de pica, Rincón instrumenta una faena en principio con pases de uno en uno y luego ligando tandas de dos o tres muletazos por derecha mejor que por la izquierda, ante el tardo torito y escarbador torito. Remató la faena de estocada delantera y desprendida que bastó para que el toro doblara. La presidencia concede una generosa oreja cuando el lento tiro de arrastre ya llegaba para llevarse los despojos mortales de la res.
Ante el cuarto de la tarde, el más feo del encierro, cari avacado, bravucón y de embestida incierta, lo recibió con una larga de rodillas, dos, verónicas, tres chicuelinas y revolera, otro remedo de vara e inicia la faena por doblones y en la segunda tanda por izquierda el toro se revuelve en un palmo de terreno, empitonándolo por la cadera y destrozando su taleguilla, se incorporó envalentonado e instrumento tandas por derecha e izquierda de muy buena factura, templando y mandando, aguantó otras dos o tres coladas hasta que el toro terminó en las tablas donde lo despachó de estocada recibiendo, contraria y desprendida. La presidencia concede una oreja ante la insistencia del público y a los grito de céeeesar, céeeesar.
Sebastián Castella, vino a Medellín precedido de una extraordinaria campaña en los ruedos Europeos, de realizar dos extraordinarias faenas hace quince días en Bogotá, se llevó el mejor lote de la corrida, los dos de vuelta al ruedo, y a los dos los desorejo, después de bordarles sendas faenas colofonadas con dos estocadas, sobre la del tercero en todo lo alto. En su primero, y después de realizar un precioso quite por miguelinas citando de largo, mayestático, inició la faena de muleta citando de la misma forma para dar el pase cambiado al cual nos tiene acostumbrados, y después citando por derecha e izquierda relajado, lento sin apurar los toros, consintiéndolos, para bordar una extraordinaria faena.
Con el sexto, un toro que se quería ir, de embestir cancino y sin codicia, lo enhebro a la muleta en los medios, para que el toro terminara yendo de aquí para allá y de allá para acá entregándose por completo, tanto así que el lego público, pedía el indulto para el toro, que horror.
Pepe Manrique, Que llegó como sustituto de Palomo hijo, pechó con el peor lote, sobre todo el quinto de la tarde, un manso que desde que salió a la plaza se acunó en tablas, estuvo decoroso, voluntario, echando mano de su experiencia para resolver la papeleta, tanto que el público le premio con las palmas después de despachar a su enemigo de estocada un poco desprendida pero fulminante.
Terminó una corrida con el amargo sinsabor de saber que hubiera pasado, si el encierro hubiese sido de respeto. Muchos salieron a hombros, sin merecerlo, sobretodo el ganadero, que a la hora del balance es negativo, con tres toros pitados y dos de supuesta vuelta al ruedo.

1 comentario:

  1. Pues eso, nada tiene importancia si no hay Toro y con eso que "echó" el Sr. Rincón porque se lo compró el empresario pues el "simulacro" de la suerte de varas...y a llenar los esportones de despojos y vueltas al ruedo de los bichejos anovillados ¡qué bárbaro!...menos mal que al menos nos enteramos a través de estas crónicas de lo que sucede...mientras sigue la "fiestecilla"
    Pgmacias

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