¡Hola Javier! como te dije ayer, en mi modesta opinión habría que hacer algo con el tema de la musica de Las Ventas. Aquí te mando este texto por si te sirve de algo. Reconozco que a mi la "musica callada" y en general el sonido de la plaza es una de las cosas que mas me gustan de las corridas de toros. O sea, que entiendo que a lo mejor al resto de la gente le parece algo "tangencial", pero que a mi, en lo que toca a la situación actual del espectáculo taurino, el que un sujeto desconocido, tiranice musicalmente con su mal gusto a "la primera plaza del mundo", sin que nadie le diga nada, ni proteste lo mas mínimo, me parece muy significatrivo. Saludos.
Juansintierra
LA MUSICA ESTRUENDOSA DEL TOREO
Para José Bergamín, ese espíritu refinado de la generación del 27, el toreo era “música callada”. En la Monumental Plaza de Las Ventas, durante este San Isidro 2009, lo que si es “la música estruendosa” de la banda del maestro Lorenzo Gallego Castuera.
El Pasodoble torero es una de las joyas de la música española de todos los tiempos, mundialmente reconocida. Desde “Amparito Roca” al inmortal “Suspiros de España”, cientos de pasodobles emocionantes se agolpan en nuestra memoria sentimental. ¿Quién no siente un nudo en la garganta cuando escucha a Concha Piquer cantando “En tierra extraña”?. Pues bien, en la Plaza de las Ventas, sea la feria lo larga que se quiera y aunque se empalme con la Feria de la Comunidad y con la Feria del Centenario, ningún aficionado se emocionará jamás oyendo ninguno de estos pasodobles universales. Ni “El Gato Montes” ni “El Relicario”, ni “Nerva” y ni siquiera el mundialmente famoso “Paquito el chocolatero”, pasodoble que por cierto, según la SGAE, es la canción mas interpretada en España, año tras año, suenan nunca en la Primera Plaza del Mundo . Este asunto es tan curioso, como si en el Teatro de la Escala de Milán, no se ,representara nunca ni Rigoleto, ni La Boheme, ni Aida, ni el Anillo de los Nibelungos. Y ¿Quién es el responsable de esta asombrosa decisión?. Pues el director de la Banda de Musica de la Plaza de Las Ventas, el señor Lorenzo Gallego Castuera.
La gente dirá ¿y si la banda del señor Castuera no toca estos pasodobles eternos, que toca?. Pues casulamente toca los pasodobles del señor Gallego Castuera. Por ejemplo el que lleva por titulo: “Homenaje al 29”. Si,si, al 29. ¿Qué porque al 29 y no al 69, que es un numero mas redondo?, pues porque el 29 es el palco desde el que la Banda del señor Castuera, perpetra tarde, tras tarde, su particular homenaje al “pasodoble desconocido”. Pero cuidado con los mal pensados: si casi todos los pasodobles que suenan en las Ventas son del señor Castuera y de otros maestros mundialmente desconocidos, no es porque generen derechos de autor para el señor Castuera. Pensar eso sería una infamia. Esos pasodobles desconocidos suenan en las Ventas para demostrar que el ingenio y la productividad no están reñidos con el mal gusto.
Lo cierto es que el Señor Castuera es tan ambiciosos musicalmente que cuando hace unos años tomó la batuta de la Banda de las Ventas, el famoso palco 29, estaba ocupado apenas por media docena de músicos apolillados. Pues bien, a pesar de la crisis, actualmente el abigarramiento de músicos en el palco 29 es tal, que señor Castuera está siendo presionado sobre la barandilla del balconcillo y corre peligro de despeñamiento en medio de uno de sus “esparajimos”. Pero la cosa no queda ahí, hay quien comenta, que el señor Castuera alberga en su cabeza rapada y bruñida un sueño apocaliptico: que quien corresponda, le permita tocar sus pasodobles desconocidos, a su libre albedrio, en medio de las faenas, cuando a él, le parezca oportuno, a semejanza de la banda de la Maestranza de Sevilla. Esperemos que el sentido común, “el gato Montes” o Amaparito Roca, quiero decir Esperanza Aguirre, no lo consientan.
Para José Bergamín, ese espíritu refinado de la generación del 27, el toreo era “música callada”. En la Monumental Plaza de Las Ventas, durante este San Isidro 2009, lo que si es “la música estruendosa” de la banda del maestro Lorenzo Gallego Castuera.
El Pasodoble torero es una de las joyas de la música española de todos los tiempos, mundialmente reconocida. Desde “Amparito Roca” al inmortal “Suspiros de España”, cientos de pasodobles emocionantes se agolpan en nuestra memoria sentimental. ¿Quién no siente un nudo en la garganta cuando escucha a Concha Piquer cantando “En tierra extraña”?. Pues bien, en la Plaza de las Ventas, sea la feria lo larga que se quiera y aunque se empalme con la Feria de la Comunidad y con la Feria del Centenario, ningún aficionado se emocionará jamás oyendo ninguno de estos pasodobles universales. Ni “El Gato Montes” ni “El Relicario”, ni “Nerva” y ni siquiera el mundialmente famoso “Paquito el chocolatero”, pasodoble que por cierto, según la SGAE, es la canción mas interpretada en España, año tras año, suenan nunca en la Primera Plaza del Mundo . Este asunto es tan curioso, como si en el Teatro de la Escala de Milán, no se ,representara nunca ni Rigoleto, ni La Boheme, ni Aida, ni el Anillo de los Nibelungos. Y ¿Quién es el responsable de esta asombrosa decisión?. Pues el director de la Banda de Musica de la Plaza de Las Ventas, el señor Lorenzo Gallego Castuera.
La gente dirá ¿y si la banda del señor Castuera no toca estos pasodobles eternos, que toca?. Pues casulamente toca los pasodobles del señor Gallego Castuera. Por ejemplo el que lleva por titulo: “Homenaje al 29”. Si,si, al 29. ¿Qué porque al 29 y no al 69, que es un numero mas redondo?, pues porque el 29 es el palco desde el que la Banda del señor Castuera, perpetra tarde, tras tarde, su particular homenaje al “pasodoble desconocido”. Pero cuidado con los mal pensados: si casi todos los pasodobles que suenan en las Ventas son del señor Castuera y de otros maestros mundialmente desconocidos, no es porque generen derechos de autor para el señor Castuera. Pensar eso sería una infamia. Esos pasodobles desconocidos suenan en las Ventas para demostrar que el ingenio y la productividad no están reñidos con el mal gusto.
Lo cierto es que el Señor Castuera es tan ambiciosos musicalmente que cuando hace unos años tomó la batuta de la Banda de las Ventas, el famoso palco 29, estaba ocupado apenas por media docena de músicos apolillados. Pues bien, a pesar de la crisis, actualmente el abigarramiento de músicos en el palco 29 es tal, que señor Castuera está siendo presionado sobre la barandilla del balconcillo y corre peligro de despeñamiento en medio de uno de sus “esparajimos”. Pero la cosa no queda ahí, hay quien comenta, que el señor Castuera alberga en su cabeza rapada y bruñida un sueño apocaliptico: que quien corresponda, le permita tocar sus pasodobles desconocidos, a su libre albedrio, en medio de las faenas, cuando a él, le parezca oportuno, a semejanza de la banda de la Maestranza de Sevilla. Esperemos que el sentido común, “el gato Montes” o Amaparito Roca, quiero decir Esperanza Aguirre, no lo consientan.
Cuidaito con comparaar la calidad y el buen gusto de la banda del maestro Tejera con la de este señor .
ResponderEliminarPd:dicho en tono jocoso , pero la calidad musical de una y de la otra es incomparable.
No entiendo de música, pero parece ser que "Paquito el chocolatero" no es un pasodoble sino un pasacalles.
ResponderEliminarTampoco el de Sevilla es una solución, a la vista de la pasada feria, y me refiero al director y a su oportunidad, no a la calidad de la banda.
Oselito.
ahh¡¡ pero hay banda de música...creía que era una banda de...mejor me callo.
ResponderEliminarMe ha encantado este post.
ResponderEliminarEn primer lugar, "Paquito, el Chocolatero" es un pasacalles no un pasodoble.
Lo de las extrañas canciones tiene su razón de ser. La SGAE, él hace las composiciones y las interpreta ante un montón de gente. ¿Resultado? Cobra por ello.
¡Qué mal pensada!
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