Javier; Tras el absoluto fracaso de una "feria-funeral", culminado con el ridículo del último baluarte, solo queda recordar a quienes supieron cantar a las ruinas.
Un abrazo.
RUINAS
Miré los muros de la patria mía,
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.
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De su invencible gente
De su invencible gente
solo quedan memorias funerales,
donde erraron ya sombras de alto ejemplo;
este llano fue plaza; allí fue templo:
de todo apenas quedan señales.
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Oh, inmensa y tranquila paz
En el fondo del crepúsculo,
Cómo nos ha cansado el camino:
Oh, inmensa y tranquila paz
En el fondo del crepúsculo,
Cómo nos ha cansado el camino:
¿Será esto quizás la muerte?
(Quevedo, Rodrigo Caro y J. Von Eichendorff)
(Quevedo, Rodrigo Caro y J. Von Eichendorff)
Santidad, ayer tuve el privilegio de compartir cercanías en el tendido con alguien que parece ser que le tiene un profundo respeto al compás de cariño en la distancia, así me lo trasmitió y me atrevo a hacerselo llegar aunque Ud. ya lo sabe de sobra, pero nunca viene mal un recordatorio, o no?.
ResponderEliminarSaltándome el protocolo con un poco de irresponsable osadía y siempre con el debido respeto a su jerarquía, un fuerte abrazo, Santidad
Pgmacias
Muchas gracias. Maestro.
ResponderEliminarEsto parece que se va al carajo, pero el ambiente "del autobus" se mantiene inasequible al desaliento.
Un abrazo.