TARDE EN LAS VENTAS
Esa melancolía del trajín de la gloria deseada.
El minuto impasible que aguarda
El brote de flores en primavera,
Como hilos de sangre que derraman
Los rotos agujeros de la seda.
El futuro que se escapa
Con un testigo invisible que se lleva
Un premio inútil de tómbola de feria.
La brisa ya fresca y nocturna
Que nos despide taciturna y seria.
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