miércoles, octubre 23, 2013

¿Se quiere imponer el pensamiento único en TVE y RNE?


Escuecen los ojos al leer tantos panegíricos sobre el festejo televisado por TVE desde Mérida. Ingenuamente te preguntas por qué tan entusiasta difusión, por parte de un sector de la prensa, de un tipo de fiesta que, siendo respetable, es sólo una parte de la fiesta taurina, mucho más amplia y variada que la representada exclusivamente con corridas como la de Zalduendo y Talavante. Además, la loa se produce a costa de mostrar a este prototipo de corrida “con figuras” y toro “a modo” como la única salvación posible de la tauromaquia y el único espectáculo que, según ellos, interesa al público.

Pero lo curioso es que esta “limpieza étnica” de otro tipo de fiesta, en busca del “publico” y sacrificando al aficionado, al final, ni tan siquiera es un debate taurómaco, sino la herramienta de un periodista trepador que se sabe adalid de esa tauromaquia y quiere con ello garantizarse el “lleno” en sus alforjas. Una cuestión personal.

Quizás aprovechando que Enrique Mazas y Teo Sánchez han sido apartados de la dirección de “Clarín”, circula un documento, presumiblemente de un miembro del programa de Tendido Cero de TVE, (por lo prosaico y empalagoso del verbo, podemos intuir quien es), donde se plasma esta sospecha.

En el citado texto se propugna una visión de la fiesta “coherente y de mejor discurso en radio”, y promueve que se dé una línea editorial de acercamiento a los toros más amable. Para ello, no se duda en echar tierra a los propios compañeros, a quienes se les acusa –a los que piensan diferente- de expresión rancia, nula visión periodística y lenguaje extraño”, se habla con desprecio de la perspectiva Mazasen alusión al cesado codirector de Clarín, Enrique Mazas, primera victima de estos movimientos interesados, así como del grupo de corresponsales de la casa (Juan Ortega, André Viard, Luis Miguel Parrado, Íñigo Crespo, etc.) que han destacado por ser libres en su opinión hasta desarrollar un programa variado donde las “diferentes fiestas” tenían cabida. E incluso, de la misma mala forma, se tacha al actual presentador, José Luis Carabias, al que se tilda de imprevisible y anacrónico”.


Y todo este circo romano, no tiene nada más que un único objetivo, sin pudor alguno, además. Se trata de conseguir la figura de un coordinador, armonizador de las líneas editoriales entre Tendido Cero y Clarín, cuyo candidato ya se ha “autopostulado” y que, con ello, prentende garantizarse su poltrona, sus viajes por las ferias, sus amistades con los toreros, sus prebendas, defendiendo el tipo de fiesta de Mérida porque es la que domina y le “cabe”. Como hemos dicho, los elogios a la corrida de Mérida no provienen de periodistas objetivos, sino que son una excusa para el logro de intereses particulares.    

Javier y Costillares

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