viernes, octubre 04, 2013

Breve apunte sobre la novillada del Ventorrillo

Los tres primeros novillos respondieron al clásico "novillos de desigual presentación, nobles,  aunque justos de fuerza que bla, bla, bla..." vamos, la clásica juampedrada.
Pero en los tres últimos apareció la casta, novillos mansurrones pero con codicia y repetidores que ponían en evidencia a los novilleros al tiempo que los revistosos del puchero cargaban sus armas contra la novillada y los aficionados de Madrid.
-Cuando los aficionados reafirmábamos nuestra hipótesis de que no existe una ganadería buena cuyo nombre acabe por -illo o -illa, salieron Alagado, Afortunado y Aviador para desbaratar esta teoría
Gloria Sánchez Grande


  -los de las Edificaciones Tifán S.L. sabrán un montón de hormigón, de muros de medio pie, de grúas o de pladur, pero se ve que lo de la ganadería se les va de las manos, porque ellos se compran sus bóvidos juampedreros para que hagan las tontunas propias de esa mal llamada casta y la genética se venga en ellos haciendo que los novillos hagan todo lo que no deben, tal como apretar en el caballo, mantener la lengua dentro de la boca, enterarse de lo que hay alrededor o embestir a la manera de un toro y no de una mona.
José Ramón Márquez 

En la foto vemos a Miguel Martín quien puso dos buenos pares de banderillas . Vamos, como siempre que viene a Las Ventas.

Nota: Como escribe Enrique Martín : "los tres novilleros pensarían que los culpables de todo este descalabro eran los que ocupaban los tendidos en poco más de la mitad del aforo, si es que llegaban a esa mitad".
Los revistosos por lo que he leído, han dado con el mismo culpable 

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