Me voy a mojar a sabiendas de que despues de la novillada me pongan a escurrir. Apuesto que se devuelven varios novillos por invalidos... Vargas Pulido
si,pues muy desencaminado no creo que andes por que lo que yo vi el pasado año de esta ganaderia fue un horror. se movian menos que lo ojos de Espinete,y encima no tenian ninguna malda,vamos que fue un coñazo.
No creo que el pavo que sale en la fotografía sea un novillo. Me aventuro, ¿se trata quizás de Joyerito? En cuanto a momento de Pablo Romero me sumo a los dos comentarios anteriores, mansos totales, seis novillos de piedra si no me equivoco, seis mulos desproporcionados de peso. Esta ganadería necesita de urgencia un refresco y, coincidiendo con Victorino padre, yo le echaba a las vacas un toro de Saltillo. Vicente, marqués, opina tú, hijo.
Coincido una vez más con el papa negro -huele a poeta el papa- pues duele condenar la belleza al matadero. Entonces que lleven la vacada de Pablo Romero a un museo-zoo y sea desterrada de las plazas de toros, cuanto ante: mejor para la afición. Manoleta
Me voy a mojar a sabiendas de que despues de la novillada me pongan a escurrir. Apuesto que se devuelven varios novillos por invalidos...
ResponderEliminarVargas Pulido
si,pues muy desencaminado no creo que andes por que lo que yo vi el pasado año de esta ganaderia fue un horror. se movian menos que lo ojos de Espinete,y encima no tenian ninguna malda,vamos que fue un coñazo.
ResponderEliminarNo creo que el pavo que sale en la fotografía sea un novillo. Me aventuro, ¿se trata quizás de Joyerito? En cuanto a momento de Pablo Romero me sumo a los dos comentarios anteriores, mansos totales, seis novillos de piedra si no me equivoco, seis mulos desproporcionados de peso. Esta ganadería necesita de urgencia un refresco y, coincidiendo con Victorino padre, yo le echaba a las vacas un toro de Saltillo. Vicente, marqués, opina tú, hijo.
ResponderEliminarManoleta
O un refresco o terminará en el matadero. Ojalá os equivoquéis pero lo de mañana...
ResponderEliminarDuele condenar la belleza al matadero.
ResponderEliminarCoincido una vez más con el papa negro -huele a poeta el papa- pues duele condenar la belleza al matadero. Entonces que lleven la vacada de Pablo Romero a un museo-zoo y sea desterrada de las plazas de toros, cuanto ante: mejor para la afición.
ResponderEliminarManoleta