¡Cómo se expresa Maestro! (por El Papa Negro)

LUIS FRANCISCO ESPLÁ:
”TOREAR ES VENCER LA FUERZA CENTRÍFUGA”:

Una fuerza centrífuga es aquella que aleja del centro alrededor del cual gira.

Pongamos ahora que el movimiento viene generado por un toro y que el círculo en el que se inscribe es el ruedo. Y el objeto es un hombre. La fuerza centrífuga tenderá a apartarlo del centro, a veces a ponerlo en fuga y en el peor de los casos a estamparlo contra las tablas. A no ser que este hombre disponga de algún medio, técnica o invento que le permita vencer la fuerza centrífuga.

Este invento existe y se llama toreo. Por eso al que lo emplea se le llama torero, y al que lo hace con excelencia, torero-torero, dos veces y a gritos.

... Lo importante es el toro. El torero debe exponer todas las posibilidades de este material que es el toro... El torero se convierte en un médium simplemente dentro de esta relación triangular entre espectador, toro y torero.

...La ética de esta estética consiste en exaltar todos los valores del toro.

...Lo que debe hacer el torero es gestionar los terrenos, querencias y trayectorias, que son distintas en cada toro... El torero tiene que ver esto como si en la plaza hubiera un diagrama de colores: la parte azul es donde menos querencias tiene el toro, y la parte de los colores cálidos hasta el rojo, donde el toro tiene mas querencias.

...Y el torero lo que trata de hacer es ponerse en los terrenos íntimos para convertir en centrípetas las querencias del toro (centrífugas) e invertir las fuerzas. En esta inversión de las querencias es donde se produce la magia del toreo. El toreo se produce en los terrenos íntimos del toro, y el torero tiene que saberlos interpretar y gestionar, porque si no, no se llega nunca al meollo del toreo.

CODA:

El banderillero: Maestro se expresa usted mejor que un libro abierto. Y diga usted: ¿El capote y la muleta eléctrica también se inventaron en esa física?.
El maestro Esplá: No, eso pertenece a la tauromaquia de “la relatividad”. Por ejemplo, hoy primero salió “Mete Patas” y después “Bollero”. Uno no está ya para esas nomenclaturas de modo que se aplica lo de Einstein, a saber, cuatro trapazos eléctricos y bajonazo chalequero... y que le vayan dando a la fuerza centrífuga.
El banderillero: ¡Cumbre, maestro!. ¡Si Pepe Hillo levantara la cabeza le besaba las zapatillas!.

(1)“Por los adentros. Viaje por el mundo de los toros.”Jaume y Salvador Boix. Ed. Espasa Calpe 2002.