Pequeño homenaje a Morante (el papa negro)

PEQUEÑO HOMENAJE A MORANTE
(Precision . El papa negro no es “morantista”)

El Problema XXX ( atribuido a Aristóteles) pregunta: ¿por qué todos los que han sobresalido en la filosofía, la política, la poesía o las artes eran manifiestamente melancólicos?
Con el Renacimiento y la idea de hombre como centro (para saber más, lean el legendario Saturno y la melancolía de Klibansky, Panofsky y Saxl), Marsilio Ficino retoma el texto del Problema XXX y propone la melancolía como estructura misma del genio creador; como motor y tope, al mismo tiempo, de su ansia de conocer: ese humor, la bilis negra, está en el origen de su deseo y, a la vez, en la incapacidad de satisfacerlo.
El psicoanálisis, por cierto, acepta que los melancólicos, en contraste con los neuróticos, nunca se engañan. Son lúcidos y despejados. Son sabios. Esto concuerda perfectamente con la idea aristotélica de melancolía. Y no sólo eso, sino que los melancólicos encierran, dentro de su tristeza, la capacidad de una profunda dicha, que tiene que ver con el conocimiento. Forzando un poco una famosa frase de Lacan, diríamos que los que no se engañan (los melancólicos) yerran (en dos sentidos): se equivocan, fracasan en su impulso creador, y al mismo tiempo son seres errantes, sin cobijo en este mundo, sin puerto en esta vida material.

Grabado: Durero

Nota: En el e.mail que acompaña a este "pequeño homenaje", el papa negro me escribe:

Hoy se habla de "depresion" con un desconocimiento y una frivolidad apabullante. Pocos conocen el temperamento melancólico.
Te mando un breve apunte sobre ello y el grabado de Alberto Durero que es de una belleza deslumbrante.

Nota añadida: Trás leer los comentarios, he puesto "Autorretrato de la mancha amarilla". Durero