“El toro bravo y el toreo auténtico, treinta pases.”
Alfonso Navalón
He perdido la cuenta de la última vez que estuve en un tentadero. Me invitan y ya ni voy. Los ganaderos, como El Piyayo de la copla, me dan mucha pena y me causan un respeto imponente. Pena por verlos tentar buscando el toro bobón y noblote que exige el mercado. Respeto porque siguen ahí, encariñados con un oficio que ya no es el suyo, aprobando con nota las vacas que sus padres habrían desechado. Cuando ya han logrado ese toro “comercial” que no moleste, les toca ser mamporreros para que se hagan ricos cuatro advenedizos sin escrúpulos. Destrozan sus ganaderías para darle gusto a las figuras y cuando les viene la mala racha de un semental que no liga, los dejan tirados en la cuneta del desprecio...
...Han desaparecido las ganaderías con personalidad, con las viejas tradiciones de familia,, para irse todos como borregos al toro monótono de los aburridos cien pases sin molestar al torero...”
...Por eso me da tanta pena ir a los tentaderos que siempre fueron la fuente de sabiduría y donde por mucho que supieras, en cada placita aprendías una cosa nueva...
...Pena de ver una vaca tras otra manseando en el caballo y luego dejándose pegar cientos de pases siguiendo la muleta como un perro. Para colmo ya no se torea en el campo. Los picadores hacen lo mismo que en la plaza, agarran la vara muy atrás, ya no saben “echar el palo” y reunirse, le tapan la salida como a los toros y luego recargan el castigo aunque la vaca no empuje. Ya no se ponen en suerte con uno o dos capotazos como era norma, como nos enseñaron los viejos maestros a quienes teníamos afición a torear en el campo...
...Ahora se torea en el campo lo mismo que en la plaza. Y las vacas que antes servían para poner a prueba el dominio de los toreros, ahora son sólo motivo de diversión para sudar y “ponerse a punto” repitiendo en series interminables los mismos derechazos que cuando se visten de luces. Los toreros van a repetir lo que ya saben, casi nunca para aprender algo nuevo, para quitar defectos, para ganar sitio...
...Al poner los toros de uniforme también los toreros se han contagiado de la monotonía y ahí tenemos a la mayoría de las figuras que para cuajar una faena necesitan sobrepasar el tiempo del aviso...
...Antes el aviso era la señal de que el toro estaba pudiendo al torero, ahora significa que el torero no se aburre de seguir dando pases. Los toros bravos tenían la faena justa, de ahí en adelante o se iban arriba y desbordaban al torero o se venían abajo quedándose a la defensiva y ya era dificilísimo entrar a matar....
...A los ganaderos nos han prohibido criar el toro de “lidia” para torearlo, nos obligan a criar un toro para darle pases, ahora casi todos los toros admiten docenas de pases, pero casi ninguno sirve para torearlo. Al toro bravo que embiste con entrega, cuando se le torea en curva, adelantando la pierna y metiendo la cadera, a los treinta pases pide la muerte.
...Han desaparecido las ganaderías con personalidad, con las viejas tradiciones de familia,, para irse todos como borregos al toro monótono de los aburridos cien pases sin molestar al torero...”
...Por eso me da tanta pena ir a los tentaderos que siempre fueron la fuente de sabiduría y donde por mucho que supieras, en cada placita aprendías una cosa nueva...
...Pena de ver una vaca tras otra manseando en el caballo y luego dejándose pegar cientos de pases siguiendo la muleta como un perro. Para colmo ya no se torea en el campo. Los picadores hacen lo mismo que en la plaza, agarran la vara muy atrás, ya no saben “echar el palo” y reunirse, le tapan la salida como a los toros y luego recargan el castigo aunque la vaca no empuje. Ya no se ponen en suerte con uno o dos capotazos como era norma, como nos enseñaron los viejos maestros a quienes teníamos afición a torear en el campo...
...Ahora se torea en el campo lo mismo que en la plaza. Y las vacas que antes servían para poner a prueba el dominio de los toreros, ahora son sólo motivo de diversión para sudar y “ponerse a punto” repitiendo en series interminables los mismos derechazos que cuando se visten de luces. Los toreros van a repetir lo que ya saben, casi nunca para aprender algo nuevo, para quitar defectos, para ganar sitio...
...Al poner los toros de uniforme también los toreros se han contagiado de la monotonía y ahí tenemos a la mayoría de las figuras que para cuajar una faena necesitan sobrepasar el tiempo del aviso...
...Antes el aviso era la señal de que el toro estaba pudiendo al torero, ahora significa que el torero no se aburre de seguir dando pases. Los toros bravos tenían la faena justa, de ahí en adelante o se iban arriba y desbordaban al torero o se venían abajo quedándose a la defensiva y ya era dificilísimo entrar a matar....
...A los ganaderos nos han prohibido criar el toro de “lidia” para torearlo, nos obligan a criar un toro para darle pases, ahora casi todos los toros admiten docenas de pases, pero casi ninguno sirve para torearlo. Al toro bravo que embiste con entrega, cuando se le torea en curva, adelantando la pierna y metiendo la cadera, a los treinta pases pide la muerte.
Foto: David Cordero
El torero que más avisos le han dado en la historia ha debido ser Ponce...que pesao!!....todas las faenas con uno mínimo
ResponderEliminarPero es que ahora, y desde hace algún tiempo, los avisos son un mérito. Vienen ha significar que se han entregado, que han exprimido las embestidas de toro, que lo han intentado hasta el final... Tontadas. Si los viejos aficionados levantaran la cabeza los encorrian a gorrazos hasta el hotel.
ResponderEliminarSeria curioso hacer una estadística, como de los trofeos, de los avisos, seguramente coindicirian los mismos nombres en los primeros puestos.
Parece que en la foto está saliendo de poner un simulado par de banderillas como Dios manda y como ya nadie sale.
ResponderEliminarPues si Rober, el mismo Navalón escribía en el mismo artículo lo siguiente :
ResponderEliminar"...Ahora Oonce, proclamado como el mejor torero de esta época no por esto aduladores queejercen de críticos, ha escuchado más avisos que orejas ha cortado..."
y el maestro no estuvo en ALICANTE ¡Vale ya de milongas, por favor!
Pgmacias
Parece ser que aqui no hay ni cultura ni aficion...el señor de la fotografia(de cierta edad) no ha perdido sus banderillas...si no el capote...es el toreo un arte...en el que se busca es cierto un toro bajito que no incomode al torero en su faena...y para mi gusto si un toro es bueno y sigue la muleta abajo por los dos pitones...al hilo y acciendo el avion...que me diesen mil avisos que no pararia...hasta que el toro se rajase...cosa que un toro bravo dudo mucho que haga.
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