jueves, abril 15, 2010

Sobre la corrida de Victorino en Sevilla


Resumiendo: desastroso, inexcusable, más que preocupante.
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No me gustaron los victorinos, pero aun menos los de a pie, con la excepción de un Ferrera que, sin terminar de estar redondo, al menos no perdió los papeles. ¿Dónde quedan los lidiadores de antaño? ¿Dónde esas faenas de Miguel Márquez, de Dámaso Gómez, de Ruiz Miguel, incluso de José Fuentes, de Andrés Vázquez o Gregorio Sánchez, de Jumillano u Ostos, de Puerta o Camino, de tantos y tantos que triunfaron con toros de este mismo hierro y de catadura más encastada y peligrosa a veces que los de hogaño?
La tauromaquia, esa de la que se subraya, tarde tras tarde, que hoy se torea mejor que nunca –será frente a la borrega que no molesta- está en buena parte desaparecida. En cuanto salen bichos complicados y con guasa, los toreros desaparecen, y como ayer, o anteayer, nos hemos acostumbrado a justificar la ausencia de lidia, de dominio, de poder, de someter las arrancadas incómodas o desagradables de los toros, encastados o sin ellas, so pena de indisponernos con los matadores, sus factores, o el mundillo de lo bien visto o todo vale. Con ello hemos perdido una parte sustancial del toreo, una parte indispensable, insustituible, un componente más importante y básico que la creación de arte o la estética. Antes que nada hay que someter al toro, dominarlo; en las eternas palabras de Domingo Ortega, hacer que éste vaya por donde no quiere ir.
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Escribe Antonio Lorca:
¿Qué pasa con los victorinos? Si lo supiera, al menos, el propio ganadero, con lo listo que dicen que es... Nadie lo sabe. Será el misterio del toro. Bonitos de hechuras, guapos de verdad algunos, pero blandos, muy blandos, descastados, sosísimos, sin un ápice de fiereza ni codicia. Ni siquiera derrocharon peligro, a excepción del sexto, y su comportamiento respondió más bien a pedazos de carne amorfa. Para colmo, el primero se astilló los dos pitones en un burladero, y el derecho le quedó como una auténtica escoba. Ya, ni ellos sirven de consuelo. Un año más, se apagó la única luz que alumbraba a una afición perdida entre tanta miseria.

4 comentarios:

  1. q la pasa a victorino¿?por favor haber si se recupera del baxe q esta pasando y nos vuelve a dar grandes TOROS!!

    Un saludo!!

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  2. Amen Don Rafel.Y sobre victorino,poner una camara oculta en su finca, igual aparece gato por liebre, por listillo.Bien esta en la LISTA negra de los del toro.

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  3. el resumen sintético de Vicente con lo escrito por el Sr. Cabrera lo dice bien claro.Decepción mayúscula sin paliativos
    toros y toreros, salvando la disposición de Ferrera.
    Pgmacias

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  4. Al hilo de lo que comento el ganadero en el Restaurante Puerta Grande de Madrid, donde acudio a una tertulia para explicar los motivos de su ausencia en San Isidro, me da la impresión que esta la cosa peor de como él la explico, esto es consecuencia de los problemas sanitarios que la ganaderia tuvo en los años 2005 y 2007, y me da la impresión que las proximas camadas pueden tener los mismos problemas.

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