Leo en "mundochoto ": "Positivas modificaciones en el Reglamaneto Vasco". Uno lee eso y sólo puede pensar que al final ha habido una "bajada de pantalones", y que dichas modificaciones deben ser bastante negativas. No me equivoco.Leo, por ejemplo, que el nuevo reglamento permite que sea el matador quien decida el número de puyazos que ha de recibir una res. Eso es un disparate que , como escribía Joaquín Vidal, atenta contra la plenitud del espectáculo. Copio a Joaquín Vidal
El mundillo profesional taurino se muestra mayoritariamente partidario de que el tercio de varas lo dirija el matador de turno y sea él quien decida cuántos puyazos debe recibir el toro. Es una muestra entre tantas , de la cortedad de miras de esos profesionales. En efecto, el matador podría determinar que el toro reciba dos puyazos, o uno, o ninguno, para el mejor lucimieto de su faena, pero este propósito coyuntural, además de que atenta contra la plenitud del espectáculo, puede producir el efecto irreparable de arruinar la correcta selección de la ganadería de bravo.
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Nota: ¿Dirá algo, por ejemplo, la UCTL?
Parece que ya queda menos para las becerradas de cuatreños. Y si nos ponemos, en lugar del picador, que saquen a la reina de las fiestas y a su corte de damas de honor.
ResponderEliminarEl problema no está en la cantidad,sino en la duración.Que un torero decida dar un solo puyazo no es problema,sí lo es si el puyazo vale por tres,ya que se resta de ver de nuevo la acometida del toro que es lo que interesa.Solución limitar el tiempo del puyazo penalizando al matador con tarjeta amarilla,por utilizar un símil futbolístico,que equivaldría a conseguir maxímo una oreja aunque consiguiera hacer una faenon de dos.
ResponderEliminarBilbao hace tiempo, que dejo de ser lo que era, ya ultimamente ni la presentacion del toro se cuida.
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