martes, abril 13, 2010

Sobre la tarde de los Palha en Sevilla

Escribe Rafael Cabrera:
Pero herida también sale la afición de los presentes, porque ausente esta tarde la casta, la que da motor y sentido a cuanto acontece en el ruedo, las emociones se movieron entre la desesperanza y el tedio, entre el fastidio y el hastío. Uno y otro más fueron pasando los toros de Palha, que tantas buenas tardes nos han regalado en los últimos años, ayunos de su condición más principal, esa acometividad franca –no exenta de complicaciones-, esa búsqueda de los engaños y de embestir hacia delante. Hoy sólo hemos podido ver reservas, embestidas laterales, incertidumbres, brusquedades, pero ni una sola arrancada con entrega… a lo que sea o haya después del engaño. Cortos de viaje, sin humillar -no su altiva cerviz, sino aun su innoble condición-, se paladeaba ese regusto amargo de la decepción con toques de devastación y desventura.
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Nota: algunos ya habéis comentado la corrida en el post de esta mañana

2 comentarios:

  1. Aun estando de acuerdo que la corrida no ha sido excelente, como bien apunta en otro comentario el amigo Antonio Mechó, me hubiera gustado que se le hubieran hecho las cosas mejor. Igual con algún toro estaríamos hablando de otra manera. Pero los figuras ni verlos en foto y los que no los son, ni repajolera idea de enseñar a envestir a un toro, de consentirle o de cincuentamil matices más que tiene la lidia. De hecho a más de uno lo han dado en el caballo hasta artarse.

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  2. Si esto es así ¿qué nos queda?

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