domingo, abril 18, 2010

Sobre la tarde de Gavira en Sevilla


Leo a Rafael Cabrera:
- 6 toros de Gavira, justos de presencia algunos, mansos, descastados y boyares
-Pero, un día más, la excusa no hay que buscarla sólo en el mal ganado… que es calamitoso, sino también hay que buscar explicaciones, o respuestas, al por qué se empeñan algunos en darle derechazos y naturales hasta a un armario, hasta la misma estatua ecuestre de Fernando III el Santo.
A un toro rajado hay que someterlo en un terreno, doblarse con él, castigarlo, bajarle los humos y, sólo entonces, hacer un intento por ver si ha cambiado de actitud(...)
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Leo "Hasta el rabo todo es toro":
Desiguales de presentación, algunos terciados, otros montados, caballunos. Con horchata en la sangre; la casta desaparecida; la fiereza quebrantada; la emoción canjeada por la bullanga. Carpinteros, mansos buscando tablas casi todos. El segundo fue el único que casi llega a ser un medio toro. Casi.
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La corrida fue una ruina ganadera, un petardo en toda regla y una desvergüenza. Qué imagen más penosa la de un toro y otro y otro huyendo de su propia sombra a la búsqueda desesperada de una salida con dirección a la dehesa gaditana. Qué tristeza la peculiar competición de cobardes de los seis toros corre que te corre detrás de nada mientras eran perseguidos por toreros desesperados.

1 comentario:

  1. Al margen de la crónica, la foto es perfecto resumen de lo de hoy en Sevilla. Los bueyes del Rocío (por la tele que yo nunca he ido)es exactamente lo que a mi me han recordado los Toros de Gavira.

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