Antonio Lorca
Adofo Martín ha servido en bandeja de plata el argumento que necesitan los mercachifes del taurinismo y sus acólitos mediáticos para defenestrar al toro serio y fiero en favor del borrego comercial.
Carlos Ilián
La corrida de Adolfo Martín era una preciosidad. Seis toros muy parejos, cárdenos todos ellos, descarados de defensas y muy bajos. Era una corrida fina y de muy buenas hechuras. Una corrida en el tipo de embestir, como dicen los taurinos. Sin embargo, los adolfos salieron muy duros y muy complicados. Una corrida áspera, que humilló muy poco y desparramó mucho la vista. No es por echar balones fuera pero, parece que el encierro no sienta bien al encaste Saltillo. Corren rápidos y veloces, pero parece que se resabian. Y es que es mucha casualidad que Victorino haya lidiado en Pamplona tres corridas malas y ninguna buena. Y Adolfo, cuatro malas y ninguna buena. Puede ser una casualidad, pero el hecho da que pensar, teniendo en cuenta que ambas ganaderías triunfan constantemente en las otras plazas importantes de España y Francia. Ya me estoy imaginando los palos que van a dar a Adolfo los revisteros al servicio del taurinismo, los propagandistas del toro bobo que no mete miedo.
Domingo Delgado de la Cámara
Foto: Luis Azanza
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