Fueron tres puyazos de bravo (picó Gabin Rehabi)
Y Camille Juan estuvo muy digno, oiga. Ese toro pone en apuros al noventa y pico por ciento del escalafón. Había que tragar y mandar, como a las alimañas antiguas, pero éste tenía un gran fondo de nobleza si se le hacían las cosas bien. Por la derecha lo hizo bien y por la izquierda se llevó un buen susto.
La cosa quedó en ovación porque mató de media en buen sitio que escupe, pichazo hondo en lo alto y descabello. No quiso dar la vuelta al ruedo que nadie hubiera protestado -creo-.
Rafa en Toreo en Red Hondo
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