Desde el inicio hizo o intentó el toreo, que surgió siempre cuando la muleta la dejó adelante y enganchó la embestida, larga, en la profundidad del muletazo. A más siempre. Emoción y valor a raudales. El toro ponía su entrega, pero también medía. El viento, inoportuno toda la tarde, seguía molestando. Los sentidos había que ponerlos todos en aquello. El toro apenas perdonaba que la muleta se quedase retrasada. Atragantados los naturales: una colada, varios enganchones. La casta del animal era de esa que te come el terreno y que hay que saber encauzar y vaciar. Por eso la importancia de las dos series siguentes sobre el pitón del toro, el derecho. Ligadas, templadas, largas de cinco y seis y el de pecho llevadas muy atrás y aguantando cada muletazo, sus tiempos y mandando. Las mondeñinas finales no retrocedieron un ápice ante la embestida por la faja y la estocada...Foto: Rullot para Aplausos
La estocada fue una temeridad o la más absoluta entrega por no dejar escapar --como ya le pasó en Castellón-- el triunfo.
lunes, marzo 19, 2012
Sobre la faena de Fandiño al 5º toro de Fuente Ymbro en Valencia (Andrés Verdeguer)
Les enlazo a su crónica y copio unas lineas referentes a esa faena de Fandiño al 5º toro de la tarde:
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