jueves, marzo 15, 2012

"Que vuelva el toro bravo a las plazas, que se abran los carteles"



En el pequeño tendido recalentado por el sol, Rafael Corbelle, apoderado de Encabo, acompaña con la voz los muletazos de su torero. “Que vuelva el toro bravo a las plazas, que se abran los carteles, y ya se verá que vuelco se le puede dar al escalafón. No me importa decirlo: las figuras de antes tenían más pundonor a la hora de afrontar los compromisos. Me acuerdo haber venido aquí en tiempos de Pinohermoso. Le tenían preparada una corrida de lujo a Antonio Ordoñez para Madrid. Yo iba en su cuadrilla. Pues el maestro la vio demasiado bonita y la cambió entera. Igualito que hoy. Da vergüenza lo que se lidia en muchas plazas”. Cristina asiente en silencio. De su tío abuelo Baltasar ha heredado el gusto por la bravura exigente que Domingo cultiva tan bien. Cuando sus primos y hermanos le propusieron encargarse de la ganadería, apenas vaciló. Aficionada era desde hacía tiempo. Por supuesto, tuvo que encontrar su equilibrio en la selección, pero desde hace quince años jamás se ha perdido un tentadero. “Me ha costado trabajo entender la ganadería... ¡Pero a los taurinos, sigo sin entenderlos!”.

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