Por poco

Hemos observado una cierta mejoría en la ganadería de Núñez del Cubillo que ha presentado un encierro hoy en las Ventas que se ha caído menos que otros años, ha empujado algo mejor en el caballo y dos toros han sido aplaudidos en el arrastre. La carencia de fuerzas de algunos animales ha impedido que desarrollaran toda la ambición que llevaban dentro. Es resaltable la evolución de algunos ganaderos hacia el toro comercial que embiste sin ser bravo y con el menor riesgo posible para el torero. Ahora les enseñan también a empujar en el caballo; les traen a la plaza con el master completo. Morante de la Puebla ha dejado tres quites con un inconfundible sabor a torero de pellizco, a torero artista. Se nota que el maestro Paula está muy cerca de él. Las mejores verónicas que he visto en mi vida fueron ejecutadas por Rafael de Paula. Qué bien maneja el capote Morante, lástima que no le haya gustado ningún toro para la muleta. Ya se sabe, a este tipo de toreros hay que seguirlos y esperarlos con paciencia, cuando encuentran un toro que les gusta se produce el milagro del toreo, y los milagros escasean cada vez más. A Curro Díaz le ha salido un toro que embestía de largo, metía la cara en la muleta, humillaba y repetía, no ofrecía dificultades por ningún pitón, y le ha hecho una faena muy bonita, sobre todo para defensores del mal llamado toreo moderno que tanto gusta a algunos. Esta bonita faena carecía de la hondura y la enjundia necesaria para que el toro acabara toreado. Curro no se ponía en el sitio ni remataba el pase atrás con el juego de muñeca y resultaba imposible domeñar la embestida. En estos casos el toro no se siente dominado, porque no se le obliga, decimos que se deja sin torear y resulta difícil de matar como hemos podido constatar. Por poco lo consigue, pero le ha faltado ese punto que separa lo bueno de lo excelso, la mediocridad de la grandeza, lo pasable del triunfo. Seguiremos a este torero porque sus planteamientos nos parecen interesantes y puede mejorar la ejecución. Me han dicho que El Capea viene tres veces a la feria porque es ahijado del empresario y como suele ocurrir en estos casos el favoritismo le puede perjudicar: cuanto más se le ve más se le aprecian las enormes carencias que atesora. A mi tocayo Alejandro Talavante que se ha caído hoy del cartel por cornada, le deseamos una pronta recuperación para que podamos verle de nuevo y cuanto antes en esta plaza. Jandro 15 de mayo de 2007