Otra tarde perdida

De esas que no hay toros ni toreros, se han lidiado cuatro de El Torreón y se ha devuelto uno, el tercero y ha salido en su lugar un sobrero de la Martelilla. El desaguisado de la ganadería titular se ha remendado con dos toros de Torrestrella. Todos inválidos o cojos, descastados y sin clase, salvo el cuarto que se ha venido arriba en la muleta y ha embestido con codicia. Muy mal tiene que estar esta ganadería de El Torreón, propiedad de César Rincón para no poder presentar una corrida completa en Madrid. En el reconocimiento le habían devuelto ya cinco toros. Serafín Marín comparecía por tercera vez esta tarde y ha vuelto a intentar torear sin conseguirlo. Ha sido desbordado por el único toro que embestía. Era un toro para el triunfo o el fracaso, de esos que repiten, pero Serafín no ha sabido embarcar su codiciosa embestida y se lo echaba encima, permitía que le desarmara y truncaba las series con peligro. No sabemos qué méritos habrá hecho Marín para venir tres tardes a la Feria de San Isidro, probablemente ninguno salvo trabajar para la familia. Eduardo Gallo, que ha venido dos tardes, lo intenta pero no lo consigue. Con el sexto, un toro astifino de enormes pitones ha estado valiente pero no ha sido capaz de torearlo y se ha marcado un arrimón de escalofrío. Matías Tejela, al que hemos visto también tres tardes en esta Feria, y que se atrevió a sustituir a César Rincón, ha sido incapaz de torear a ninguno de sus dos oponentes. Él mismo nos confirma con sus actuaciones que abrió la Puerta Grande el otro día sin fundamento, aclamado por un público festivalero. Toros y toreros desganados y sin interés han producido un espectáculo tedioso y aburrido. Muchos bostezos y pocos aplausos ha sido la tónica de la tarde. Volvemos a lo de siempre, tenemos una feria demasiado larga a la que vienen toreros y ganaderías impropias del nivel mínimo exigible en esta plaza, perdemos la tarde y se perjudica la fiesta. Jandro sábado, 26 de mayo de 2007