Eso si que es nuevo, y ¿si no sabemos como se llaman los toros? ¿Tampoco podemos criticar?, y si no sabemos como se llama el subalterno tampoco, y si no sabemos como se llama el mulillero, también supongo que si no se como se llama el torero tampoco podré aplaudir aunque lo haga bien, sabrán todos los orejistas como se llama el orejeado.
Ahora que no vivo en los madriles, selecciono un poco las visitas a Las Ventas del Espíritu Santo”, pero he acudido en infinidad de ocasiones sin saber quienes se vestían de luces, iba o voy a los toros, no a los toreros, independientemente que como aficionado tenga mis debilidades toreristas, y a veces a pesar de anunciarse con toros sin interés pues también vaya a ver a Fulanito de Camas o Zutanito de Galapagar, cuantas veces después de algún lance de mérito hemos acudido al programa a ver de quien se trataba, suele eso ocurrir mucho con los peones.
El fondo de esto, es un mal generalizado, no sólo en Tauromaquia, sino en muchas otras facetas de la vida, donde lo que se valora es lo aparente, lo superficial quedando en segundo plano la verdad, el fondo, cuestiona que se puede hacer crítica sin conocer el nombre, y no le importa, que Antonio, digo, Alberto sea bien parado de la crítica, o que Salvador Fuentes, haya quitado sitio a cualquier novillero preparado para la cita, e incluso así mismo, visto que se ha retirado temporalmente hasta su total recuperación, que deseo sea lo antes posible.
Y el otro matiz que quiero resaltar es lo poco o nada admitida que esta la crítica entre el taurineo. El problema que los chavales que empiezan tienen que pasar, y pasan, por ese aro, el aro del TOR, algunos llegan a creer que esa es la Verdad del Toro, llevando en el propio pecado la penitencia.
Tal y como estuvo el tal Revesado por mí como si se llama Godofredo.
ResponderEliminareso pienso yo
ResponderEliminarQue les pregunten a muchos de los del clavel que aplauden a mansos como libros en el arrastre, el nombre de la ganadería y el del criador de los animales.
ResponderEliminarbastante es que después de dejarse ir "durses" de Puerta Grande TOREANDO, encima se acuerde jandro de su apellido, no es poco...por favor ¡Sr. Anónimo!
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