Carlos Ilián ( Aquí la crónica en Marca)Francia es territorio Cebada Gago. Aquí la ganadería gaditana tiene el máximo cartel. Se lo ha ganado a base de toros encastados, astifinos y de espectacular juego. Ayer en Bayona se vuelve a repetir la historia con una corrida que embistió sin tregua y un toro fiero, un ciclón llamado Compuesto, todo un monumento a la casta, aunque de presencia el más bajo de la corrida.Un toro para desbordar al más pintado, pero Fernando Robleño es un tío curtido en duras batallas en Madrid y le plantó cara en un toma y daca que tuvo mucho más de emoción y verdad que de reposo y tersura en los muletazos. Fue una faena intensa sobre ambas manos en la que sólo al final, con el toro ya menguado después del vendaval, Robleño se reposó en derechazos estimables. Esa oreja que cortó es de las que un torero recuerda toda su vida.
Foto: Aplausos
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